¿Quién no recuerda al adolescente de trece años que era perseguido por un robot de metal líquido, pero fielmente protegido nada más ni nada menos por Arnold Schwarzenegger? Quizás su nombre no sea tan conocido, pero estoy hablando de Edward Furlong, que encarnaba a John Connor en la mítica película Terminator II.
Actor de Terminator II en problemas


Ésta y American History X fueron las películas más sobresalientes de Furlong. Luego, una historia como tantas, su fama se evaporó al poco tiempo. Si bien continuó en la actuación, sus papeles fueron convirtiéndose cada vez en papeles menos importantes. Tuvo sus apariciones en revistas de moda, fue noticia por su desempeño en la película y, con el tiempo, fue reconocido por sus excesos y escándalos.
La vida de las jóvenes estrellas de Hollywood parece hecha con el mismo molde: una fama repentina, que termina en las adicciones, y luego en el olvido. Y cuándo no, un triste final.

Adicciones, sobredosis, rehabilitación…
Ya a corta edad, Edward Furlong comenzó con los problemas de drogas. En el año 2001, fue internado para tratar su adicción y posible sobredosis, después de que fuera hallado inconsciente en su propio charco de vómito.
Lejos de acabar, fue arrestado reiteradas veces (incluso, en dos oportunidades en un mismo día) por posesión de sustancias, conducir ebrio o producir disturbios en lugares públicos.
Violencia doméstica
Hace unos días, el 30 de octubre, cayó sobre Furlong una denuncia de violencia doméstica que lo llevó al encierro hasta el otro día. Justamente estaba en el aeropuerto, cuando los oficiales de justicia lo llevaron preso.
Furlong se encontraba rumbo a Detroit, donde comenzaría los ensayos y las pruebas de vestuario para su nueva película, Misled. Debido a este episodio, el productor del film, Scott Baldyga, decidió sustituir al joven actor, a causa de que su inestable vida personal le trajera problemas en la filmación.
Al parecer, en una discusión con su novia, el ex John Connor la tomó fuertemente del brazo, dejándole la marca de su mano. La denuncia fue instantánea, ya que no es la primera vez que el actor se ve envuelto en situaciones de violencia familiar.

Hace unos años, su ex esposa y madre de su hijo Ethan, Rachel Bella, también elevó una denuncia sobre maltrato hacia ella y el pequeño. Por esta causa, Furlong posee una orden de restricción, por la cual no puede acercarse a su familia.
En esta última oportunidad, Edward estuvo preso sólo unas horas, y debió pagar una fianza de 50.000 dólares. Sin trabajo, y el peso de una acusación que la justicia aún debe dictaminar cómo resolver, evidentemente las cosas están bastante mal para este ex chico prodigio.
Como decía al inicio de este artículo, el caso de Edward Furlong no es el único de jóvenes actores que caen en desgracias. Tanto o más conflictiva, Lindsay Lohan ha perdido también trabajos por sus excesos. Otro ejemplo son el infierno que vivieron Macaulay Culkin y Britney Spears a causa de las drogas.









