6 tatuajes horrendos... o demasiado graciosos

Si bien el tatuarse de alguna u otra manera se a extendido por infinidades de personalidades. Tanto ha sido esto así que nos encontramos con una gran cantidad de tatuadores que quizás no manejan bien el dibujo y he allí lo peor que le podrá pasar a tu piel. Veamos algunos ejemplos de tatuajes malísimos que nos hacen reír y espantarnos a la vez.

¿Un tatuaje así es necesario?

Este que mostraremos esperemos que al menos el que lo tenga lo haya disfrutado, muy caricaturesco, pero ustedes mismos juzgarán por él.

¿Qué necesidad?

Este otro quizás no hace falta agregar grandes comentarios, pero si en efecto la tinta del bolígrafo funciona para inyectarlo en la piel, no dudo de que éste sea uno de ellos:

¡Busquen a un buen tatuador para homenajear a su madre, por favor!

Creo, en definitiva, que sería bueno al menos aprender a dibujar... Pobre señora.

Qué alguien me presente a esta nueva especie

Hay otros que quizás sorprendan más. No basta con querer asumir que se es ingenioso transformando a los pobres animales en especies extrañas ¿Lo soñaste? ¡Al menos dale más realismo! En definitiva, sigan juzgando ustedes...

¡Cover up ya mismo!

Ver también: 17 tatuajes cover-up que te sorprenderán

Si tienes un tatuaje como éstos, no dudes en cambiarlo, si no lo has notado, míralo bien desde todos los ángulos posibles.

Dios me valga, ¿qué es eso? 

Se ha escuchado decir que tatuarse rostros no es una muy buena idea, o al menos es una de las figuras más delicadas de realizar ya que exige un nivel de perfección en cuanto al dibujo muy fuerte, tomando en consideración que el soporte no es plano (la piel) y que no es ni será jamás lo mismo una máquina de tatuajes a un lápiz. Quizás por esto ocurren cosas como ésta:

¿Una niña? ¿Una señora? ¿Una anciana? Pobre criatura...

Ver también: Tatuajes de rostros: una muy mala idea

Así como estos tatuajes horribles, muchos otros encontramos por allí. Para bien o para mal existen, estemos, a pesar de esto, tranquilos porque no acabarán con la verdadera calidad artística de los buenos tatuadores; o al menos eso esperemos.