En el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería todos los magos jóvenes de Reino Unido son instruidos en las difíciles artes de la magia, se les enseña a transformar animales a objetos, a crear pociones y a cuidar a las criaturas mágicas.
Voldemort lanzó una maldición de la que no se habló en las películas, pero afectaba a Harry
Para muchos magos, Hogwarts es el mejor colegio de magia del mundo, ya que cada uno de los profesores podrían considerarse como los mejores en su ramo de toda Europa.
Pero, a pesar de esa fama, en los 6 años de educación mágica de Harry Potter, una de las materias más importantes para el joven mago nunca fue constante: Defensa contra las artes oscuras.
Cada año escolar traía consigo a un nuevo maestro de Defensa contra las artes oscuras. Algunos fueron mediocres, otros excelsos, y algunos más eran tan malvados como los propios mortífagos.
Debido a que ninguno de los profesores duraban más de un año, empezó el rumor de que la materia estaba maldita, y al parecer el culpable era nada más y nada menos que el Señor Tenebroso.
En el primer año, Harry fue adiestrado en esa materia por el profesor Quirrell. De acuerdo con otros alumnos y el propio Hagrid, Quirrell era un talentoso mago que no había sido el mismo desde que se topó cara a cara con un vampiro.
En realidad Quirrell se encontró con "El que no debe ser nombrado" en Albania, y Voldemort aprovechó ese encuentro para tener un disfraz que le permitiera conseguir la Piedra Filosofal. El profesor Quirrell murió debido a que ignoraba la protección mágica que Lily Potter le había puesto a su hijo.
El segundo año fue aún peor, si bien Gilderoy Lockhart no era un mago oscuro, si era incompetente, mentiroso y tramposo. Era la única opción para el puesto, y los otros profesores del colegio jamás creyeron en las hazañas que sus libros decían que hacía.
Su mentira le jugó en contra cuando todos creían que el heredero de Slytherin había raptado a Ginny Weasley, los profesores prácticamente le exigieron que demostrará su valía y fuera a rescatar a la niña.
Harry y Ron descubrieron su trampa, lo condujeron a la Cámara Secreta y en un intento desesperado por escapar, Gilderoy robó la varita de Ron (que estaba dañada) y realizó un hechizo desmemorizador, que le rebotó y borró toda su memoria.
En el tercer año Harry por fin tuvo un maestro decente de Defensa contra las artes oscuras. Remus Lupin era un mago extraordinario, un conocedor de las criaturas peligrosas y los hechizos para combatirlas y un extraordinario duelista.
Pero, lamentablemente, tenía dos detalles que no le permitieron conservar su puesto: su mejor amigo era Sirius Black (un mago buscado por los dementores) y era un Hombre lobo.
Lupin renunció antes de que los padres se enteraran de su condición, y abrumaran a Dumbledore con cientos de lechuzas con quejas al respecto. Fue el profesor más querido no solo por Harry, sino por todos los que tomaron sus clases.
En el cuarto año, uno de los sirvientes más radicales de Voldemort volvió a tomar el puesto de profesor, solo que esta vez suplantó a uno de los amigos de Dumbledore, el ex auror Alastor Moody.
El verdadero Moody fue secuestrado durante todo un año por Barty Crouch Jr. y, cuando fue liberado, no quiso saber nada de Hogwarts, lo que fue una verdadera lástima, ya que era un mago muy bueno.
Dolores Umbridge fue la peor de todos los profesores, ya que fue instalada por el Ministerio de Magia, debido a los temores de que Dumbledore estaba formando su propio ejército.
Para evitar que los alumnos se volvieran peligrosos para el Ministerio, Dolores únicamente les enseñaba lo más aburrido de la teoría.
Curiosamente, era tan horrible que Harry y sus amigos fundaron el Ejército de Dumbledore, un club para aprender la magia defensiva que la profesora se negaba a enseñarles.
Fue secuestrada por centauros, quienes al parecer la dejaron marcada de por vida, ya que reaccionaba muy mal a los sonidos de los cascos en el suelo. A pesar de todo lo mal que actuó, cuando Voldemort subió al poder Umbridge tuvo un cargo importante en el Ministerio.
Después de más de 10 años de espera, por fin Severus Snape fue el elegido para enseñar Defensa contra las artes oscuras. Fue el año más oscuro para el colegio, ya que Snape escapó con los morifagos después de asesinar a Albus Dumbledore.
Regresó al siguiente año para ocupar el cargo de director, e instauró a Amycus Carrow para la nueva asignatura de Artes oscuras.
Carrow obligaba a los estudiantes a torturar a sus compañeros. Fue encarcelado en la torre de Ravenclaw por Harry antes de la Batalla de Hogwarts y al terminar la pelea fue enviado a Azkaban.
Curiosamente, y algo que confirma la teoría de la maldición sobre el puesto, tras la muerte de Voldemort los profesores siguientes de Defensa contra las artes oscuras duraron más de un año.
El origen de la maldición es sencillo: Voldemort en dos ocasiones solicitó el puesto de profesor de Defensa contra las artes oscuras y en ambas fue rechazado.
La primera fue justo después de graduarse de Hogwarts, y el director Armando Dippet le negó el puesto a Tom Riddle porque lo consideraba muy joven y sin experiencia, pero lo alentó a tratar en el futuro.
Años después, Voldemort lo intentó de nuevo, pero para ese entonces Albus Dumbledore ya estaba a cargo. El experimentado mago nunca confió del todo el Tom, y no le dio el trabajo.
Además, para el tiempo en el que se entrevistó con Dumbledore, Tom ya usaba su apodo, Lord Voldemort, y ya tenía la reputación de experimentar con las Artes Oscuras.
Dumbledore adivinó el verdadero motivo de Tom para querer el puesto, quería conocer a los mejores y más hábiles magos jóvenes para reclutarlos en su causa, pero sobre todo quería encontrar artefactos especiales para sus Horrocruxes.
Dumbledore afirmó que, mientras él fuera el Director, Riddle jamás sería profesor. Voldemort maldijo el puesto de profesor de Defensa contra las artes oscuras en represalia, para que ningún mago pudiera estar más de un año en el trabajo.
Se sabe que aproximadamente pasaron 40 años antes de que la maldición fuera levantada, tiempo en el cual pasó todo un desfile de profesores que tuvieron que dimitir por diversas razones.
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