Nombremos cualquier personaje de Tom Hanks. Sin importar cuál elijamos, en seguida nos daremos cuenta de que el actor nos ha hecho llorar, reír o sentir el miedo más profundo.
¿Tom Hanks se está volviendo un cliché?

Gracias a esta facilidad de pasearnos por diferentes estadios, Hanks se ha convertido, sin duda, en uno de los actores más influyentes del cine. Detrás de su nombre está una historia que muy seguramente nos conmoverá y un blockbuster de éxito mundial.
Sin embargo, y especialmente en los últimos años, hemos visto una tendencia que nos hace cuestionarnos algunas cosas como, por ejemplo, ¿Tom Hanks se ha convertido en una representación de la fama y el cliché de Hollywood?
El nacimiento de una estrella

Los inicios de Hanks en el mundo del espectáculo difieren mucho de lo que el actor es ahora: uno de los intérpretes más importantes del cine. Si echamos un vistazo, Hanks realizó un sinfín de comedias que ya forman parte de nuestra cultura popular.
Films como Big y Bachelor Party son muestra de aquellos personajes risibles y que deben adaptarse a situaciones casi inverosímiles. Además, también veíamos a un actor fuera de lo común, sobre todo por su aspecto. Era la perfecta representación del chico común que se volvió famoso.
Sin embargo, Hanks decidió dar un giro de 180 grados. Ya no quería interpretar roles graciosos. El juego debía ser diferente; ahora debía tratarse de personajes más profundos y complejos.
El reconocimiento mundial llegó con Philadelphia, un film de 1993 que cuenta la vida del abogado Andy Beckett, que es despedido de su trabajo por ser VIH positivo. La actuación fue tan contundente que le valió una nominación y el premio óscar a mejor actor en 1994.
Nada mal para un cambio drástico. No obstante, a partir de allí veríamos una tendencia que nos puede decir mucho sobre la industria.
El mismo mensaje

Philadelphia sería solo la punta del iceberg. Hanks se convirtió en un actor de carácter que, además, con su sola aparición, podría garantizar el éxito de taquilla.
Así pasó con Forrest Gump, The Green Mile, Cast Away y Saving Private Ryan. Cada una ayudó a colocar a Hanks como el (quizás) actor más taquillero del mundo.
Si bien estos films fueron aclamados por la crítica y el público, parecen tener un denominador común: un héroe atípico que se enfrenta a una serie de adversidades, pero que tiene la suerte de contar con un grupo de apoyo que lo respalda. No está solo y, por ende, la lucha lo lleva a un triunfo espectacular.

¿Otro punto a resaltar? Este grupo de apoyo también está definido por un conjunto de personas con cierto nivel de riqueza, pero no lo suficiente como para opacar al personaje principal que, además, sirve como ejemplo sobre la moral y la ética.
Este argumento, sin embargo, ha calado en el público. Inclusive en la entrañable Toy Story, Woody, el personaje principal, debe lidiar con una serie de aventuras junto con el resto de sus compañeros, mientras que él, por su parte, desea no perder el amor de su dueño.
Aunque estos films nos hablan sobre ser fuertes y de buen corazón, todos resultan hasta repetitivos.
El panorama

Seamos sinceros, no le podemos quitar mérito al trabajo y la capacidad de Hanks para interpretar papeles importantes y de peso, a pesar de que con el tiempo parezca que haya desaparecido un poco de aquella magia que nos encantó en un inicio.
Lo cierto es que esto nos puede hablar de lo que sucede en Hollywood. Actualmente, la industria se encuentra en una de sus mayores crisis creativas. Es más común ver ramakes, reboots y una larga lista de films que optan por hacer segundas o terceras partes (a veces hasta más), que muchas veces solo agotan la historia y al espectador.
Ver también: « Actores que hacen lo mismo en todas las películas»
La lucha del bien contra el mal, el bueno noble que se encuentra en situaciones difíciles (pero que tiene a grandes aliados), es uno de los tantos recursos que siempre hemos visto en las salas de cine. Cada vez se hace más obvia la necesidad de contar diferentes y buenas historias, aquellas que representen al gran espectro de gente que disfruta de este arte.

Hanks es solo una parte de esta maquinaria, la cual parece querer insistir en seguir siendo la norma. Esto nos lleva a preguntarnos, ¿Hollywood se ha convertido en un cliché? La respuesta a esa interrogante dependerá de la perspectiva de cada uno de nosotros.









