The Strain: The Third Rail [reseña 1x11]

En medio de las repercusiones de la desaparición de Kelly y con el pequeño Zack ahora convertido casi en uno más de los miembros del escuadrón cazavampiros, aunque dedicado únicamente a documentar en video la experiencia y a hacerse cargo de la delirante mamá de Nora, el grupo se embarcó en una misión casi suicida que los acercó increíblemente al Amo de los Strigoi.

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Terror bajo tierra

Más allá de algunas leves inconsistencias o circunstancias que rayan la inverosimilitud, que ya son relativamente acostumbradas en The Strain, pero que no afectan demasiado a la serie en su totalidad, este episodio se postula como uno de los más atractivos de la temporada, gracias a una trama bastante contenida que no se desvía innecesariamente y a un impecable manejo del ritmo que hace que la tensión vaya creciendo para llevarnos a un climax muy disfrutable.

The Strain sigue demostrando una innegable creatividad a la hora de diseñar situaciones y escenarios donde transcurre la acción y, si bien en la ciudad de Nueva York apelar a subterráneos oscuros y tenebrosos es una opción bastante evidente, el clima logrado en ese submundo semiabandonado o poblado de monstruos fue realmente espeluznante.

Imagen FX

Las disputas de liderazgo y la evidente poca química entre Eph y Vasily permiten sumar un grado de tensión proveniente directamente de la interna del grupo, así como la presencia contraproducente e inconveniente de Zack y la mamá de Nora le aportan una inevitable incomodidad y una mayor vulnerabilidad a este.

Batalla perdida

Como era de esperarse, ahora el Amo cuenta con una herramienta muy valiosa al poder utilizar a Kelly en contra del grupo.

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No fue del todo sensato (o verosímil) que Eph se adentrara sin precaución en los túneles subterráneos al escuchar la voz de Kelly en algún lugar incierto, pero al menos nos permitió llegar a algunas de las secuencias más tenebrosas y al momento crucial del episodio.

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A pesar de que tampoco suena muy sensato, Eph dejó a Zack solo, o más bien al cuidado de la mamá de Nora que se las arregló incluso para colmar la paciencia de un niño de 10 años y lo obligó a salir a buscar cigarrillos en medio de un apocalipsis vampírico.

Esto permitió establecer un primer vínculo entre el grupo y el prófugo Gus, quien por su parte ya había tenido que asesinar a su mejor amigo y a su hermano (aunque perdonando a su madre), comprendió que es una guerra y que se debe matar para sobrevivir.

Es un indicio de que no falta mucho para que Gus, ahora por su cuenta, se sume a las filas del escuadrón de cazadores de vampiros.

Imagen FX

El final del episodio dejó una sensación de derrota para ambos bandos. Para el grupo pero sobre todo para Setrakian por haber estado tan cerca del Amo y no poder matarlo. Para el Amo de los Strigoi porque el grupo se las arregló para llegar hasta él y sobrevivir.

Restan sólo dos episodios de la primera temporada de The Strain, y en ellos deberíamos volver en algún momento a Eichorst, que ya ha estado ausente en un par, y también volver a los enigmáticos seres que a pesar de que no lucían en absoluto como humanos, aparecieron en un capítulo como otro grupo de resistencia contra los vampiros.

Aunque no sea para responder todas las preguntas acerca de ellos, una aparición como para mantener vivo el misterio estaría bien antes del final de temporada.

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