The Strain: "No es para todo el mundo" [reseña]

“No es para todo el mundo”, frase pronunciada por el Profesor Setrakian en referencia a que no cualquiera tiene lo que se necesita para combatir estos vampiros parásitos, da nombre a esta cuarto episodio de The Strain, una serie que tampoco es para todo el mundo.

No porque sea demasiado fuerte o demasiado aterradora o, en realidad, demasiado nada, ya que de hecho el problema parece ser el contrario. Es como que si aún le estuviera faltando algo, encontrar tal vez su senda definitiva.

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Con cuatro capítulos emitidos, The Strain sigue dejando la sensación de que va algo lenta o de que todavía está algo dispersa, que aún falta que encajen todas las piezas y el engranaje narrativo se comience a mover impulsado por una fuerza mejor coordinada y apuntada.

Aún así, nos sigue dando grandes aunque ocasionales momentos de terror y suspenso, que generalmente involucran a los vampiros y su aspecto monstruoso y desagradable, algo que ha sido sobre todo sugerido y anunciado.

Más allá de la amenaza

El episodio sigue inmediatamente después del final anterior, cuando Eph Goodweather tuvo que aplastar la cabeza del ex-piloto del avión para evitar ser devorado por su flamante y extensa lengua.

Este hecho violento e inexplicable para el equipo del CDC los pone en marcha para averiguar qué es lo que ha sucedido con este hombre, así que comprueban con la autopsia que nada queda de humano en él y que es un organismo parasitario el que ha ocupado su cadáver. Es uno de los puntos altos del capítulo, con esa mezcla de asco y miedo que provoca ese cuerpo sin vida y sus misteriosos órganos, que inteligentemente el director muestra ocasionalmente con las imágenes de la filmación de Jim desde el teléfono, cuyo asombro y pavor se traslada a la audiencia mediante su pulso tembloroso. 

Pese a esto, las divisiones internas no demoran en llegar, primero con Jim, que confesó haber sido el responsable de la salida del ataúd del aeropuerto, y luego entre Eph y Nora, ya que Nora cree que debería buscar una solución menos radical que aplastar cabezas e incendiar cadáveres.

Estos son tal vez los aspectos menos interesantes de la serie hasta el momento, los conflictos interpersonales o familiares de los personajes, que no parecen encajar del todo con la historia de amenaza apocalíptica. Es necesario, naturalmente, conocer a los personajes, pero, por alguna razón, esto no ha resultado del todo satisfactorio en The Strain.

Un poco sin profundizar y para justificar algunos aspectos de la trama, tenemos la irregular historia de Eph con su ex y con su hijo, y la historia del cáncer de la esposa de Jim. De Nora ni siquiera tenemos detalles, excepto los indicios de que tuvo una aventura con Eph, por lo que es por ahora un personaje completamente accesorio (seguimos sumando argumentos a favor de los que critican la misoginia en TV).

Villanos y no tanto

Del mismo modo, las justificaciones de los actos de los malvados detrás de toda la amenaza vampira se pierden entre algunas conspiraciones ¿políticas?, las misteriosas intenciones del anciano que está a punto de morirse y la presencia de otros personajes dispersos (Gus) que todavía no tienen una función del todo definida.

De a poco, también, vamos conociendo otras de las historias de los personajes “sobrevivientes” del avión, y ahora le tocó el turno a Ansel, tal vez la más interesante de todas, ya que tuvo ese giro en el que el hombre se da cuenta que está a punto de asesinar a su esposa para alimentarse y él mismo se encadena para prevenirlo. 

Probablemente, según lo que vemos después, esto será el principio de una fructífera sociedad entre los dos, con uno encargado de evitar comerse a su familia y la otra encargada de proveerle los alimentos necesarios. Veremos cuánto dura.

Tal vez, todo lo que se ha demorado el cruel y sanguinario enfrentamiento entre un grupo bien definido de humanos heroicos y los vampiros que amenazan su existencia, sólo termine por mejorar el momento una vez que eso ocurra. Aún así, lo estamos esperando ansiosamente.

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