Durante algunos de los episodios previos The Strain había tenido el problema de tener que seguir demasiados personajes aislados e independientes, y demasiadas historias que aún no se habían encontrado, lo que la hacía por momentos dispersa y de ritmo lento.
The Strain: Creatures of the Night [reseña 1x08]

Ahora que muchos de los personajes ya se encuentran unidos ante una causa común –nada menos que una mortal amenaza–, la serie puede enfocarse de lleno en la salvaje batalla que definirá el destino de nuestros personajes y de la humanidad toda.
Ver también: The Strain: For Services Rendered [reseña 1x07]
Atrapados sin salida
Este episodio, Creatures of the Night, transcurre en casi toda su extensión en una sola locación, tiene la amenaza de los vampiros más manifiesta que nunca y una tensión que va creciendo constantemente, dejando como resultado uno de los capítulos más intensos y con más sobresaltos en lo que va de la primera temporada.
El encuentro que estábamos esperando finalmente sucede, y el grupo de Setrakian, Eph, Nora y Jim, ya completamente decidido a luchar por sí mismos por su supervivencia, se encuentra con el solitario Vasily Fet, también dispuesto a combatir esta temible pero todavía incomprensible amenaza.
Al principio, las cosas son un poco hostiles entre ellos, naturalmente, ya que como sabemos de sobra por todas las ficciones post apocalípticas, los hombres no deben luchar por su supervivencia únicamente contra una amenaza externa, sino contra el resto de los hombres, no menos peligrosos o amenazantes cuando se trata de matar o morir.
Igualmente, todo termina resultando; Vasily y el resto del grupo se dan cuenta de que están todos en la misma situación y que necesitan la ayuda de los demás, y de esa forma, el grupo de héroes que combatirá a los vampiros suma un valioso guerrero, valiente, astuto y dispuesto a todo.

Pero además de la amenaza creciente de los vampiros fuera del almacén, y del peligro que representan otros humanos desconfiados o asustados, el grupo debió enfrentar otro problema.
Jim fue herido por una de las criaturas y su situación se podía prever que no iba a ser tan sencilla. El recurso de la cirugía improvisada que practica Eph para quitarle el gusano sirvió para sumar un momento más de tensión y de afán de supervivencia, y dio por un momento la tranquilidad de que la situación estaba bajo control. Como suele suceder en estos casos, no estaba bajo control.
Mismos recursos, mismo efecto
Mediante el uso de luces ultravioletas, disparos de balas de plata y gasolina, el grupo finalmente puede escapar justo cuando la presencia de decenas de vampiros se volvía agobiante y terriblemente peligrosa. Mientras todos se alejaban en el camión, pudimos respirar después de 40 minutos de vértigo y tensión.
El episodio aprovechó de manera muy habilidosa la creciente presencia de vampiros sedientos de sangre, su cada vez mayor capacidad de elaborar planes y estrategias, las posibilidades de defensa que otorgaban cada uno de los personajes en el almacén y la ambientación de todo el capítulo en un único lugar, de manera tal que terminó resultando atrapante a pesar de estar plagado de recursos y trucos muy viejos a la hora de provocar terror.

Se podría cuestionar la presencia de la joven llamada Dutch, que casualmente se encontraba en el mismo lugar al que llega el grupo, de manera no del todo justificada, y que resulta ser la misma que contrató el anciano Eldrich Palmer para hackear los servicios de comunicación. Es de esperar que esta joven ahora con el grupo eventualmente aporte la conexión entre los vampiros y el anciano en busca de la inmortalidad, y esto tendrá un cierto peso en la trama.
Después de este episodio, con Jim muerto y con el resto del grupo unido, The Strain probablemente abandone la dispersión de los primeros capítulos para sumergirse de lleno en la lucha por la supervivencia (o por la aniquilación de la humanidad, del otro lado), aunque todavía queda mucho camino por recorrer, y ésta es solo la primera temporada.




