The Rock es el actor más exitoso y mejor pagado de Hollywood y su secreto es muy simple

La revista Forbes acaba de publicar la lista de las celebridades mejor pagadas del mundo, su tradicional publicación anual con la que favorece la simplificación de igualar el éxito al ingreso económico, es decir de cambiar un factor esquivo y complejo con miles de variables por uno más sencillo que es la medida más universal de la que disponemos.

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Como se ha observado en los últimos años la lista ha sido crecientemente dominada por deportistas y músicos.

En 2018, el primer lugar lo ocupa Floyd Mayweather, que es el primero de tres deportistas en el top 10. Los otros dos son, naturalmente, Messi y Ronaldo (en el #8 y el #10 respectivamente). También aparecen figuras mediáticas televisivas y con emprendimientos empresariales propios ( Kylie Jenner y Judy Sheindlin), las bandas U2 y Coldplay, y el músico Ed Sheeran.

Este año, solamente dos actores de Hollywood ingresaron en el top 10: George Clooney y Dwayne Johnson.

Pero el caso de Clooney es particular: ocupa el segundo lugar de la lista, pero esto se debe a que vendió su compañía de tequila Casamigos, la que había fundado en 2013 con un par de colegas, a la multinacional Diageo, que pagó 700 millones de dólares por ella.

De modo que Dwayne «The Rock» Johnson es el único actor de Hollywood que ingresó en la lista (#5) por su carácter de estrella cinematográfica y de protagonista de blockbusters.

Y no sólo eso: con un ingreso anual estimado en 124 millones de dólares, es el actor de Hollywood mejor pagado desde que Forbes publica esta lista.

Ningún actor o actriz ganó en los últimos 20 años tanto como Dwayne Johnson.

¿Cómo lo hizo? ¿Cómo una promesa universitaria del fútbol americano y estrella de la lucha libre llegó a ser el actor más exitoso de la industria hollywoodense?

Un pequeño secreto

Hay algunos factores que no son desconocidos para nadie: Dwayne Johnson tiene músculos y tiene carisma.

Lo ha probado desde los inicios de su carrera.

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Desde que ha ido en aumento su popularidad, pudo refutar algunos prejuiciosos supuestos que podían surgir tratándose de un ex luchador y de un corpulento atleta, como que podía estar más preocupado por cultivar el físico que el intelecto o que no podía actuar.

Mostró que se puede mover con inteligencia y soltura en el mundo hollywoodense (donde, como sabemos, actuar en una película es solamente una parte de eso), y que no tiene nada que envidiarle a las clásicas estrellas de acción, además de tener un dominio particular del arte de la comedia que nadie esperaba.

Pero ninguno de estos factores parecen del todo excepcionales.

Y aunque ha protagonizado blockbusters millonarios como los de la saga Fast & Furious, Moana o Jumanji, tampoco son excepcionales otras películas menos exitosas que protagonizó, como Baywatch, Rampage o la más reciente Skyscrapper.

El pequeño secreto de The Rock son las redes sociales.

Quizá no es el primero ni el único, pero Dwayne Johnson sí parece ser uno de los actores que mejor supo interpretar desde muy temprano las ventajas y posibilidades que brindaban las redes sociales, de capitalizar esa ilusión de cercanía con una enorme masa de fans y de mantener una conexión activa y personal, cuando muchas estrellas todavía mandaban a sus representantes a promocionar sus eventos en internet de manera fría y generalizada.

Dwayne Johnson se graba a sí mismo haciendo sus ejercicios o hablando directamente a su teléfono para sus 108 millones de seguidores de Instagram.

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Comparte las noticias que lo involucran como si fuera un actor de teatro que consiguió su primera mención en una publicación importante, y les agrega sus comentarios con datos o sensaciones personales que la nota de prensa nunca podría haber replicado, a sus 58 millones de fans en Facebook o a sus 13 millones de seguidores de Twitter.

Según asegura Forbes, Dwayne Johnson se está convirtiendo en un pionero de trasladar esa popularidad de internet a su salario.

Está utilizando esa base de seguidores en redes sociales para aumentar sus ganancias durante sus negociaciones con los estudios.

En sus contratos, exige un salario adicional «de siete cifras» por ocuparse de promocionar la película él mismo en redes sociales.

El dinero que antes los estudios de Hollywood gastaban en anuncios publicitarios callejeros o en spots televisivos, ahora va a parar a los bolsillos de The Rock.

Esto sumado a pagos por adelantado de 20 millones, más un porcentaje de la recaudación taquillera de sus películas, fueron los que convirtieron a Dwayne Johnson en el actor más exitoso de Hollywood.

Porque The Rock tiene músculos, tiene carisma, y tiene un talento especial para negociar.

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