The Blacklist: repitiendo la fórmula [Crítica 1x03]

The Blacklist ha demostrado tener una fórmula perfecta para el éxito y, luego de tres semanas en el aire, se ha consolidado como la serie nueva más vista de la temporada 2013-14. La fórmula es sencilla y apuesta a lo seguro, pero no por ello menos meritoria.

Con el carisma y el talento de James Spader, el misterio que rodea a su personaje y su relación con la agente Elizabeth Keen ( Megan Boone), algunos enigmas adicionales en personajes secundarios (el esposo de Liz) y la tensión que aporta la persecución de un criminal y un caso distinto cada semana, The Blacklist construye la premisa a la que se apega en cada episodio.

En capítulos anteriores...

Luego de haber visto tres capítulos de la serie, aparece cada vez más la sensación de que uno está viendo el mismo episodio una y otra vez. Cambian los detalles superficiales (el criminal que persiguen, los obstáculos que se le presentan, la forma en que lo atrapan) pero todo lo demás sigue siendo exactamente igual.

Se presenta un caso que el FBI no sabe cómo resolver, acuden a Red Reddington, este aporta datos definitivos para poner en marcha la misión de atrapar a un criminal, surge la tensión y la acción, hay un par de giros argumentales, la misión en la que Red y Liz se embarcan peligra y ellos corren riesgo, pero finalmente triunfan.

Todo esto sucede mientras el FBI duda si creer en lo que dice Red, el Director Cooper ( Harry Lennix) termina aceptándolo, el agente Ressler ( Diego Klattenhoff) desconfía de la solvencia de Liz y también de Red, ella se pregunta por qué Red la eligió para esto y sobre los misterios en torno a su esposo.

Todo esto ha estado presente en cada episodio desde el piloto, lo que lleva a generar una sensación de repetición, aburrimiento y poco desarrollo de la trama, que no llega a compensarse con los pequeños avances que se plantean, que son más cómo pequeñas pistas para la resolución de los misterios.

Estos pequeños avances, de todas maneras, son necesarios y resultan interesantes. En este episodio, por ejemplo, nos enteramos que sea lo que sea en que está metido Tom Keen ( Ryan Eggold), es algo grande. También Red le da una pista a Liz sobre por qué la eligió a ella, diciendo que es por su padre, aunque naturalmente también dando una ambigua respuesta como “ojalá la respuesta fuera tan fácil como lo parece la pregunta”.

El mismo Red

Esta repetición de episodio en episodio también lleva a que James Spader, que sabemos que es capaz de mucho más, sea completamente desaprovechado. Desde que comenzó la serie Red es exactamente igual, siempre está con el mismo humor, siempre es la misma persona enigmática y segura de sí misma que no sabemos qué esconde.

Esto no es más que la falta de desarrollo del personaje camuflada como una complejidad difícil de decodificar o comprender. Además de Red, evidentemente, esto pasa con todos los otros personajes. 

Más allá de todo esto, The Blacklist puede resultar ciertamente atrapante e interesante por momentos, sobre todo en los puntos en que la misión de Red y Liz se va desarrollando, con momentos de tensión y conflicto, con secuencias de acción y persecuciones que, más allá de algunas inevitables incoherencias, están correctamente realizadas.

En este episodio tenemos a los dos dirigiéndose al intimidante refugio del criminal Wujing, con impresionantes medidas de seguridad y repleto de chinos que, como sabemos, son algo salvajes y temibles. Wujing finalmente termina siendo un criminal algo inseguro y que Red se las arregla para dominar, como lo ha hecho con todos los que vimos hasta el momento.

La construcción de la tensión fue atrapante y el hecho de basar toda la misión en misteriosos elementos tecnológicos, que no llegamos a comprender del todo pero que seguro funcionan y lo hacen de una manera casi mágica estuvo muy bien también. Uno se preocupa por lo que está pasando y las emociones de los involucrados, no por los detalles de cómo llevarán a cabo su misión.

Puntaje: 6/10. El caso que deben resolver en este episodio y el criminal que intentan detener es el que más me ha gustado hasta ahora, tanto en el interés que suscitó como en el desarrollo y la tensión del mismo, pero los demás aspectos necesitan afinarse y presentar un avance más sustancial para despertar el interés respecto a los grandes arcos argumentales de la temporada.