The Blacklist: matar al mensajero [Crítica 1x05]

Como ya se ha podido observar a lo largo de este recorrido inicial de The Blacklist, la serie depende en gran medida del caso específico y el criminal que se presente en cada semana, y si este resulta interesante, bien planteado y bien resuelto tendremos un buen episodio, pero si por alguna razón falla, será un episodio olvidable.

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Poco ha hecho la serie por incluir elementos adicionales y, si bien en al menos un par de episodios, los casos presentados presentan sus complejidades, sus giros, una atrapante acción y una buena resolución, siempre termina dejando gusto a poco el hecho de ver a James Spader totalmente desaprovechado interpretando un personaje plano y sin variaciones y ver la trama desarrollarse en torno a una o dos historias muy poco atractivas y dinámicas.

Problemas familiares

Respecto a estas historias, ahora seguimos observando un pequeño avance en la que involucra a Liz ( Megan Boone) y su esposo Tom ( Ryan Eggold), cuando este último se da cuenta que la misteriosa caja que estaba escondida debajo del piso fue descubierta por Liz.

Toda esta subtrama ha intentado sugerirnos desde un principio que Tom puede ser una presencia bastante peligrosa en la vida de Liz, que probablemente cometió un asesinato, que es un agente encubierto o un espía y que esconde muchas cosas, pero algo me hace pensar que probablemente la historia tenga un giro y no todo sea lo que parece.

Imagen NBC Universal

Algo de esto se puede suponer por esos misteriosos hombres que instalaron cámaras en su casa y los vigilan todo el tiempo, pero más allá de todo esto, no me ha resultado una historia lo suficientemente interesante y bien planteada como para despertar la preocupación sobre lo que puede suceder.

Del mismo modo, todo el asunto del bebé y la intención de adoptar uno y formar una familia que hemos visto desde el comienzo de la serie, no ha sido muy bien desarrollado y parece ocasionalmente introducido de manera burda y repentina para tratar de recordarnos que una potencial familia feliz corre peligro o que el riesgo de la situación es realmente grave.

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Apostando al futuro

La otra gran historia de la serie es la relación entre Red y Liz y en este episodio no tenemos grandes avances, excepto el hecho de que Red decide aprovechar un favor único y valioso, con el que podría haber logrado grandes cosas, para ayudar a Liz a conocer más sobre el caso que involucra a su marido, en lugar de utilizarlo en beneficio propio.

Acerca de esto, Red dice que “está apostando al futuro”, sembrando el enigma y el suspenso porque así es como se comunica Red (también dijo que “las circunstancias son mucho más complejas de lo que imaginamos”). Así que quizás sí lo utilizó en beneficio propio después de todo.

Imagen NBC Universal

Por todo esto, el vínculo emocional entre Liz y Red va creciendo, pero sobre todo por parte de Liz. Si bien Red le agradece en un momento que sea honesta con él, Red no parece haber abandonado su actitud calculadora y con segundas intenciones detrás de su relación con Liz, aunque es probable que esto se vaya revirtiendo a medida que pasen los episodios.

De manera similar al temible criminal de esta semana, Red parece ser invulnerable ya que no tiene a nadie por quien preocuparse más que él mismo; sin embargo, a medida que su relación con Liz se vaya profundizando se irá volviendo cada vez más alguien pasible de ser perjudicado o herido.

Sin dolor

El caso de “El Mensajero” de esta semana fue uno de los mejores en lo que va de la serie. Un criminal que no siente dolor físico, que oficia como intermediario en intercambios entre otros criminales, pero que si surge la más mínima sospecha de traición o un cambio de planes no duda en asesinar a las dos partes involucradas.

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Tuvo además una gran interpretación por parte de Robert Knepper ( Prison Break). La puesta en acción del episodio tuvo todos los elementos ya habituales en The Blacklist, con una primera fase del operativo que parece llegar a buen puerto pero que luego se complica, con otra en la que alguien debe actuar encubierto o infiltrado, con un giro y con la resolución final gracias a la participación de Red.

Imagen NBC Universal

Pero en este caso tenemos una buena participación del Agente Ressler ( Diego Klattenhoff) que es el personaje que más ha evolucionado desde el principio de la serie.

Puntaje: 7/10. Un episodio entretenido que combinó una buena dosis de acción con varios momentos de suspenso y tensión, pero que sigue abusando de dos o tres recursos a los que los guionistas no parecen dispuestos a renunciar o mejorar.

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