The Blacklist: la revelación [Crítica 1x08]

“Ten cuidado con lo que deseas porque puedes conseguirlo” dice el conocido refrán, y fue lo primero que pensé al terminar de ver este episodio de The Blacklist.

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Desde que comenzó la serie y a lo largo de los siete episodios anteriores, dije en estas reseñas, en varias oportunidades, que sería bueno que los conflictos vinculados al criminal de la semana y su persecución dejaran algo de espacio a las otras historias, las que no se agotan en cada episodio y tienen un arco a lo largo de la temporada, que finalmente son las que resultan más interesantes en cuanto al desarrollo de la serie y le dan una unidad a todo el show.

En este episodio finalmente eso se da y nos centramos en la historia personal -y familiar- de Liz ( Megan Boone) y en cómo Red ( James Spader) se relaciona con ella, algo que nos veníamos preguntando desde el comienzo, pero es probablemente el peor episodio de The Blacklist hasta el momento.

Los padres de Liz

Poner el foco en el criminal de la semana y en los desesperados intentos del FBI para atraparlo, generalmente con una cuenta regresiva pisándole los talones, como sucedió en episodios anteriores, le daba a The Blacklist una dinámica y un tono de intensa acción que, más allá de los problemas que pudiese tener en la trama, resultaban entretenidos.

Ocasionalmente se incluyeron subtramas menores para brindar detalles de los restantes aspectos, los misterios que rondan en torno a Red, a Liz y su esposo Tom ( Ryan Eggold), pero eran limitados y lo suficientemente vagos o ambiguos como para mantener el interés.

En este capítulo, y con la aparición del padre de Liz ( William Sadler como actor invitado), por fin nos enteramos de la verdadera historia de Red y Liz, y no resultó en absoluto satisfactoria. 

Imagen NBC Universal

En parte, porque la resolución es obvia y evidente (la relación padre-hija entre Red y Liz era algo que todo el mundo había supuesto desde el piloto), aunque es preferible esto a que revelen algo mucho más original e inesperado que finalmente resulta inverosímil y absurdo. 

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El hecho de que Red sea el padre biológico no se manifiesta explícitamente, sino que se sugiere, pero luego de este episodio, si esto tuviera un giro inesperado y resulta en otra cosa, supongo que sería incluso peor que esta resolución obvia.

Por otra parte, se intentó darle un tono emotivo y profundo -inevitable para toda esta historia- pero que nunca llegó a funcionar, dado que al mismo tiempo debíamos seguir los hechos vinculados a la organización General Ludd y su intento por menoscabar el capitalismo, que fue más una distracción que un caso interesante por el que preocuparnos. 

Revolución fallida

Todo el caso dio la sensación de estar desarrollado de manera burda y apresurada, como si no tuvieran tiempo de plantear las dos historias a la vez y debieran centrarse más en una que en otra.

Nos perdemos en un caso lleno de detalles y explicaciones innecesarias (cambios de rostro, trabajadores aéreos, sindicatos, padre e hijo, Wall Street) que se mezclaron con un montón de clichés relacionados al terrorismo, las organizaciones revolucionarias o anticapitalistas, como “ occupy wall street”, incluyendo máscaras al estilo “ anonymous”, graffitis, barricadas y manifestaciones callejeras.

Imagen NBC Universal

La escena en el hospital con Red y el padre de Liz fue la más interesante (y reveladora) del episodio y tuvo la intensidad emotiva que luego no tuvieron las escenas entre Red y Liz.

Luego de la muerte del padre de Liz los guionistas (o tal vez la actriz) no supieron cómo plasmar las emociones del personaje y simplemente incluyeron escenas estereotípicamente "emotivas" (como el funeral)  con música de fondo.

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Cuando Red le dice Liz que la mejor manera de mantener viva la memoria de su padre es hablar sobre él, esto podría haber servido para echar luz sobre las emociones del personaje, sobre cómo se sentía y sobre lo que su padre había significado para ella, sin embargo, no hay diálogo y nos tenemos que imaginar todo gracias a la música y la enternecedora imagen de Red y Liz sentados en las hamacas.

Imagen NBC Universal

Puntaje: 5/10. Quedan muchos episodios de la primera temporada de The Blacklist y tal vez la resolución de una de las interrogantes que se arrastraban desde el comienzo permite abrir otras posibilidades, por lo que, en ese sentido, este episodio puede ser saludable para la serie.

La otra interrogante es: ¿Es Tom un espía? ¿Qué creen ustedes? Yo apuesto que sí.

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