En este segundo episodio de The Blacklist retomamos la misteriosa misión de Raymond “Red” Reddington ( James Spader) que se ha entregado al FBI para ayudarlos a capturar a los criminales más peligrosos y temidos del mundo, criminales de los que el propio FBI ni siquiera tenía conocimiento, ya que operan en las sombras y encubiertos en las altas esferas de poder, pero que irán cayendo uno a uno gracias al conocimiento y la inteligencia de Red.
The Blacklist: justicia por mano propia [Crítica 1x02]

El gran enigma que atravesará toda la temporada es el motivo por el que Red emprende estas acciones y, por otra parte, su vínculo con la criminóloga Elizabeth “Liz” Keen ( Megan Boone), que es la única con quien está dispuesto a hablar y a quien conoce profundamente, más que sus propios compañeros del FBI.
Un nuevo criminal
En este episodio titulado The Freelancer en honor al criminal que perseguiremos, Red anuncia una catástrofe e indica la hora y el lugar en el que ocurrirá, aunque no da más detalles, como corresponde para darle algo de ambigüedad y vaguedad a su información y desencadenar el típico juego del FBI de “no sabemos si creerle porque es un peligroso criminal, pero si no le creemos y tiene razón será nuestra culpa”.
Finalmente la catástrofe ocurre, un tren se descarrila y muchas personas mueren, y se nos revela que es parte del modus operandi del llamado Freelancer, quien asesina personas importantes haciendo pasar el hecho por un accidente.
Por otra parte, tenemos al director Cooper ( Harry Lennix) en un cuarto súper secreto discutiendo sobre Reddington con alguien superior y lidiando con ese clásico conflicto entre jurisdicciones o luchas de poder internas que no puede faltar en ninguna versión de televisión o cine del buró federal de investigación.
Red es el único que conoce al Freelance y esto lo pone a él y a Liz en una misión encubierta para conocer cuál será el próximo trabajo del asesino y atraparlo. La cena entre los dos da lugar a algunos diálogos que intentan otra vez convencernos mediante las palabras y no mediante la acción o el desarrollo lo fascinante, complejo y profundo que es Red, gracias al análisis de la experta en criminología Liz.
También se da una pista de algo que muchos ya desde el piloto han especulado: Red podría ser el padre de Liz. Aunque este giro sería demasiado obvio.
Los giros en la trama
Los elementos de intriga criminal tienen una buena tensión e interesantes giros, pero las secuencias de acción dejan mucho que desear. Los del FBI parecen siempre demasiado tontos e inútiles y, como siempre, el criminal está un paso más adelante que ellos.
Finalmente llega la revelación de que era el propio Red el que había montado una serie de engaños al FBI con la intención de atrapar a Floriana Campos ( Isabella Rossellini), líder de un cartel y criminal que trafica personas y se esconde tras una fachada de activismo social y humanitario.
¿Será que Red hace esto por afán de justicia ante los criminales? Parece poco probable, siendo él mismo un inescrupuloso criminal, pero en este episodio parece haber sido motivado por el simple hecho de hacer caer a Floriana Campos, ya que “detestaba todo sobre ella”.
Puntaje: 6. The Blacklist parece por momentos abusar de todos los lugares comunes y los elementos más obvios y tediosos de las ficciones policiales, y por momentos parece algo tonta, pero al momento sigue teniendo algunos buenos momentos y resultando bastante entretenida de ver.






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