Coca Cola o Pepsi. Café o té. Socialismo o capitalismo. DC o Marvel. American Idol o The Voice. Star Wars o El Señor de los Anillos. Jon Snow o Daenerys Targaryen. El debate de qué o quién es mejor parece nunca acabar y dar tu opinión puede poner en la cuerda floja hasta la más cercana amistad.
Stallone vs. Schwarzenegger: ¿quién tiene las mejores películas?

En los ochenta y noventa, el debate se dirigió al cine y a dos hombres de acción: Sylvester Stallone o Arnold Schwarzenegger. Ambos provenían de la misma escuela donde los golpes y las armas se utilizaban para entretener. Y lo mejor: se odiaban entre ellos.
Stallone lo confirmó hace unos años: «Lo odiaba (a Arnold). Los productores me decían que si no firmaba un contrato, él tomaría el papel. Éramos muy competitivos». Sylvester representaba el poderío americano con sus raíces italianas. Arnold era el sueño americano: un modelo austriaco que la hizo en grande en Hollywood.
¿Quién fue mejor? ¿Quién ganó la guerra de las películas? Metámonos en terreno fangoso, intentando dilucidar cuáles músculos ganan la batalla.
Interpretación

¿Realmente tiene que ser este un punto de comparación? Después de todo, las películas de acción que caracterizan a ambas figuras necesitan es eso: muchas balas, sangre, golpes y cuchillos.
Pero sí, la buena actuación cuenta. Podría decirse que Arnold merece un aplauso porque, pese a sus limitaciones (marcado acento) logró diversificarse un poco con comedias ( Jingle All the Way, Junior, Kindergarten Cop, Twins), algo de lo que Stallone rescindió al ver el mal recibimiento de sus intentos como Stop! Or My Mom Will Shoot.

A pesar de sus propias restricciones, Stallone ha brillado más con algunos papeles que se meten debajo de la piel de cualquier. No en vano tiene en su haber dos nominaciones al Oscar por su papel de Rocky. ¡Punto para Sly!
- Ver también: «Las 5 mejores comedias de Schwarzenegger»
Papeles icónicos

Stallone es Rocky y Rambo. Sí, tiene otros papeles, pero realmente se ganó a la audiencia por estos. El resto es una en mixtura de roles sin mayor relevancia de los que solo puedes disfrutar un domingo, cuando no tienes que hacer. ¿Judge Dredd? ¿Tango & Cash? ¿Demolition Man? Todas por debajo de la mesa.

Arnold, por su parte, ha hecho papeles mucho más entrañables. El ex «Governaitor» venció al depredador, escapó de Marte en Total Recall y, por si fuera poco, es Conan el Bárbaro y Terminator. ¿Qué más icónico que eso? Punto para Arnold.
La enunciación

Cuando hablamos de estos dos, hay que mencionar sus problemas de habla. Arnold es un extranjero a quien, lógicamente, se le escucha un marcado acento foráneo.
Sly sí es americano, pero por alguna razón, tiene la manía de arrastrar las palabras, lo que hace difícil comprender sus líneas.

El punto se lo lleva Arnold, pues, a pesar de su nacionalidad, pronuncia cada palabra con cuidado para que podamos entenderle.
Huella en la cultura pop

«¡Adrian! ¡Adrian!»
Sly se convirtió en parte de la cultura pop por esta frase pronunciada al final de Rocky, así como su escena subiendo las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia (algo que los fans de la película emulan todo el tiempo).

Pero esos momentos no superan un “Hasta la vista, baby!” y “Volveré”. ¿Quién no las ha dicho en algún momento? El punto va para Arnold.
Músculos

Siendo dos figuras de acción, es irremediable el hecho de comparar los músculos asesinos de este par. Dicen que el tamaño no importa, pero Arnold tiene unos brazos gigantescos, difíciles de pasar por alto. Sí, Sly, tú también cuidaste de tu cuerpo, pero Arnold es “más grande”. Punto para Arnold.

Así que, a pesar de los Oscar, es claro que Schwarzenegger tiene mejores películas que el semental italiano. ¿O tú piensas diferente?








