A la hora de la cena sufrimos, por así decirlo, de cierta sensibilidad estomacal. Quienes tenemos esta sensibilidad debemos evitar ver ciertas imágenes, para que la comida permanezca en nuestros estómagos la mayor cantidad de tiempo posible.
Series que no deberías ver a la hora de cenar

Ver cuerpos en descomposición, monstruos desagradables, litros de sangre, escenas impactantes o cualquier otra situación similar, podría generar que dejemos de disfrutar de nuestra comida. He aquí algunas series que deberían tener la etiqueta de "Evitar a la hora de la cena".
#5 SouthLAnd
Si no estamos frente a una de las mejores series de policías que existieron en la televisión, no sé realmente dónde estamos. SouthLAnd fue rupturista, siguiendo un grupo de policías y detectives alrededor de Los Ángeles con una cámara en mano e imitando reality shows ya clásicos de la televisión actual.
Junto con ésta forma diferente de contar el día a día del brazo activo de la ley, nos trajo grandes e inolvidables personajes como Cooper ( Michael Cudlitz), Lydia ( Regina King), Sammy ( Shawn Hatosy) y Sherman ( Ben McKenzie).
Pero si hay algo en lo que no escatima SouthLAnd es en llevar a la pantalla situaciones de una rudeza, grosería y realismo grotesco, que podrían arruinar tu más deliciosa cena. Desde casos por violación hasta la peor de las marginalidades que pueda vivir el ser humano, todo pasa en ésta serie.
Si sirve de consuelo, también nos da momentos únicos como el hombre bola de golf, un pobre diablo que corre prendido en llamas y unos cuantos desnudistas.

#4 The Walking Dead
Es ley: si hay zombies, probablemente te encuentres con escenas un tanto desagradables.
Rick ( Andrew Lincoln) se despierta en un hospital infectado de zombies, no entiende nada y no sabe qué pasó. Su primer encuentro con alguien es una niña que sin ninguna duda, debería estar tendida y sin moverse... pero se mueve, quiere morderlo y no muestra tener ningún rasgo de humanidad en esos ojos vidriosos. Así es como empieza la historia de The Walking Dead y la cosa se pone peor episodio a episodio.
El grupo de sobrevivientes con el cuál Rick (y su familia) estará involucrado, deberán hacer lo necesario para sobrevivir, y en ese camino veremos zombies desgarrando cuerpos humanos, muertos vivientes podridos y varios sesos que vuelan por el aire. ¿Estás seguro que quieres comer viendo esas escenas?

#3 Six Feet Under
Aunque Six Feet Under es una comedia, que nos muestra a lo largo de la serie el negocio familiar, esto casi una excusa para algunas situaciones y explicaciones de ¿por qué los Fisher son así? Cada capítulo inicia con una magnífica historia sobre el muerto que vamos a enterrar y que, en su mayoría, Rico ( Freddy Rodríguez) va a tener que reconstruir.
Y la variedad de imágenes que podemos ver es enorme: Cabezas destrozadas por carteles, cuerpos desmembrados, cuerpos abiertos y ese constante rechazo que puede generar en nosotros la presencia tan tangible de la muerte.
#2 Nip Tuck
Dos cirujanos plásticos del supuesto superficial Miami dónde todos (o casi todos) pasan por el bisturí, tienen un implante o desean mejorar algo de su cuerpo.
Nip Tuck se centra en una simple pregunta ¿Qué es lo que no nos gusta de nosotros mismos? y es frente a ésto que nos encontramos con casos tan reales que podrían resultar aburridos. Sin embargo Nip Tuck disfrutó y supo llevar, no solo esa obsesión por la belleza a nuestras pantallas, sino una gran cantidad de procedimientos que nos harán dudar si realmente algún día queremos vernos metidos en esas situaciones.
Pieles completamente levantadas, cortes, músculos abiertos, cicatrices desagradables, cadáveres que son usados para el entrenamiento... Nip/Tuck es otra de las series que no ahorra de ninguna imagen para mostrarnos la superficialidad de un mundo lleno de siliconas y nudos.

#1 Hannibal
En ésta lista no podía faltar algún serial killer que nos regale imágenes tan impactantes, tenebrosas (y artísticas) como Hannibal ( Mads Mikkelsen).
Con una historia conocida (tanto por los libros de Thomas Harris, como las películas protagonizadas por Anthony Hopkins) la serie retoma los encuentros entre el famoso psiquiatra y Will ( Hugh Dancy), quién en ésta versión no es un detective, sino un colaborador externo que ayudará a reconstruir los crímenes que suceden capítulo tras capítulo.
El problema (o lo maravilloso) son justamente esos crímenes, esas víctimas plantadas en escenas con una espectacularidad que no se puede dejar de admirar. Cuerpos enterrados en grandes cuernos, colgados como ángeles con sus costillas abiertas, recreando la imagen de la justicia o atrapados en troncos de árboles florales.
Pero como si esto fuese poco, además vemos el proceso de cocción de aquellos órganos que terminan convirtiéndose en cenas con una presentación alucinante y que podrían hacerte dudar de tu propio plato.







