“Voy a asustarlos hasta los huesos y esa es una promesa”.
Recordamos Maximum Overdrive, la primera y única película dirigida por Stephen King

Así lo dijo Stephen King en el tráiler de Maximum Overdrive y lo logró, aunque no por las razones correctas. Nuestro querido Stephen nos aterrorizó, pero de solo pensar se dedicaría a dirigir el resto de las adaptaciones de sus interesantes libros.
Si viste el filme, entiendes lo que digo. Si no, pues déjame explicarte. Cuando King era un escritor de poca monta, publicó una historia corta llamada “Trucks” (1973) en la revista Cavalier. Con el éxito de Carrie, Salem’s Lot y The Shining, King se convirtió en una promesa literaria y el cuento fue recuperado para un libro recopilación llamado Night Shift.
Trucks tenía una historia inverosímil, como mucho de lo que escribe King. Se centraba en un grupo de extraños atrapados en un restaurant de paso que deben unirse para luchar contra sus vehículos asesinos, característica adquirida por la radiación de un cometa que se encontraba cerca de la Tierra.
Una historia de amor

Dino De Laurentiis fue un productor italiano, recordado por películas como Guerra y Paz (1956), Barrabás (1962), Barbarella (1968), Conan el Bárbaro (1982) y Terciopelo Azul (1986).
En 1981 conoció a Martha Schumacher en el set de Ragtime. La mujer completaba tareas menores y el productor le ofreció unirse a su compañía como supervisora. Eventualmente, los dos se enamoraron.
Dino quería que su nuevo amor conociera bien el negocio cinematográfico y lo adorara tanto como él. Por eso buscó al novelista más exitoso del momento para comprar los derechos de sus películas y llevarlas a la pantalla grande. Y claro, ese novelista era King.
En ese momento, el autor le vendió los derechos de Firestarter (1984), The Dead Zone (1985), Cat’s Eye (1985) y Trucks, esta última con miras a adaptar otros dos cuentos: “The Lawnmower Man” y “The Mangler”, que formarían parte de una compilación llamada The Machines (Las Máquinas).
Durante Cat’s Eye, el afamado productor le dio a King la oportunidad de escribir el guión y participar en la producción y post-producción. La relación se hizo muy cercana y cuando el productor empezó a trabajar en Maximum Overdrive, el autor le dijo que quería dirigir. “¿Por qué no? Deberías”, respondió el italiano. Craso error.
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Una producción desastrosa

Emilio Estévez (uno de los actores más prometedores de la época) fue elegido como Bill Robinson, el protagonista de la película quien lideraría la cruzada de los camioneros y visitantes recluidos en el restaurant Dixie Boy para llegar a mar abierto y protegerse de las máquinas poseídas.
Los involucrados notaron que King, el ahora director, mostraba un carácter inmaduro y excéntrico. Años después, el autor atribuyó su actitud a su adicción a la cocaína. La droga era tan fuerte que no sabía lo que hacía.
Durante el rodaje ocurrieron dos accidentes: el primero sucedió por error de un doble, que provocó que una cabina telefónica casi le cayera encima a un camarógrafo.
El segundo incidente no fue igual de milagroso: involucró al director de fotografía Armando Nannuzzi, quien perdió un ojo cuando le cayeron astillas de madera porque una cortadora de césped manejada a control se salió de control. Nannuzzi demandó a King junto a otro grupo, alegando prácticas laborales inseguras. El problema se resolvió fuera de la corte.
¡Kaboom!

La crítica destrozó esta película y le pidió a King que se alejara de las cámaras. Fue tan mal recibida, que ganó un porcentaje de 17 en Rotten Tomatoes, además de dos nominaciones al Razzie: una para la actuación de Estévez y otra para la dirección de Stephen King.
El propio escritor admite que esta es la peor de sus adaptaciones y la ha calificado como una película idiota.
Pero no todo es malo. Para Martha Schumacher, la película es muy cercana al tono de escritor que tiene King. “¿Lo hicimos mal? Tal vez. Pero esa es la sensibilidad que Stephen quería trasladar en ese momento para contar la historia y creo que hizo lo que quería”.
Con el pasar del tiempo, la audiencia comenzó a mirar este filme de otra manera. Ahora es una película de culto gracias al camión Western Star, que tiene la cabeza del Duende Verde (el villano de Spiderman) y al excelente gusto musical de King, que afortunadamente mantuvo, a pesar de las drogas. La película muestra canciones de AC/DC en los momentos más importantes y eso nos hace perdonar un poco al autor.
También su buen humor y capacidad para admitir errores. Al menos así nos lo dio a entender en una entrevista, en la que se le preguntó por qué no había regresado a la silla del director después de Maximum Overdrive. Su respuesta fue directa y sencilla:
“Solo ve Maximum Overdrive”.
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