¿Qué desorden mental padece Crazy Eyes en Orange Is The New Black?

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La conocimos como la prisionera extraña que quería que Piper se convirtiera en su “esposa de la cárcel”. Con el pasar de las temporadas, hemos quedados prendados con ella: Suzanne “Crazy Eyes” Warren, una excéntrica prisionera de Litchfield, interpretada brillantemente por Uzo Aduba.

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Suzanne va de la tragedia a la comedia en un brinco imperceptible. Sus maneras nos entretienen y nos roban el corazón, aunque al analizar, es más que claro que sus locuras van más allá de sus ojos.

Pero ¿hay alguien como “Crazy Eyes”?

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Ya sabemos que OITNB es un drama basada en la autobiografía de Piper Kerman, Orange is the New Black: Crónica de mi año en una prisión federal de mujeres. La propia autora se refirió a la popular Suzanne en una entrevista con el Huffington Post:

“El personaje en el programa es muy, muy diferente a la inspiración de la vida real. (…) Tomaron [los creadores del show] esta idea y añadieron cosas. Han tomado los temas del libro (amistad, empatía, culpa y vergüenza, abuso de sustancias, problemas mentales) y los explotaron. Y eso es fantástico”.

Siendo que se trata de un mero caso de ficción, es bastante difícil proceder a analizar psicológicamente a una persona inexistente, pues no se pueden ver las verdaderas capas que la forman. Sin embargo, hay quienes se han tomado la molestia de diagnosticar a Suzanne.

Un personaje infantil

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Ya Berdie Rogers, consejera y psicóloga de la prisión, lo mencionó alguna vez: Warren está en un estado mental de seis años, si se habla de madurez emocional. No es raro verla atándose emocionalmente  a las personas (y provocando que se alejen de ella), así como esa facilidad de molestarse y frustrarse por pequeñas cosas, para golpearse repetidamente en la cabeza mientras se llama “estúpida”.

La publicación Vulture se adentró en este aspecto y conversó con el psiquiatra Paul Puri sobre el perfil psicológico de los personajes de la serie de Netflix, quien sostiene que la base de su personalidad tiene que ver en su aparente adopción.

“Algunos hijos que son adoptados suelen venir de muchos saltos en sistema de crianza (hogares adoptivos temporales) o de haber tenido una situación de abuso. Por tanto, aprenden a no confiar y una de las maneras que lo demuestran es en una manera inapropiada de unirse a los extraños y nunca volverse cercanos, porque aprenden que si se acercan, van a salir heridos”.

Para el experto, es posible que Suzanne experimente una forma adulta del trastorno reactivo del apego que se representa al ser devotos a personas completamente extrañas, pero cuya unión se rompe cuando hay algo de intimidad y se reacciona rompiendo el vínculo.

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Un poco más al borde

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Otros expertos piensan que “Crazy Eyes” realmente es una clara manifestación del Trastorno límite de la personalidad, una desorden en que el paciente tiene un patrón de emociones turbulentas e inestables a largo plazo. La consecuencia son acciones impulsivas y relaciones caóticas.

Eso podría explicar la tendencia de Suzanne de golpear a sus compañeros de prisión, las autolesiones que se infringe cuando se golpea y su sentimiento de soledad y vacío que provocan un problema para relacionarse con el resto, aunque realmente anhela interacción social.

El doctor Puri también llegó a la misma conclusión: “muchos niños en el sistema de padres adoptivos terminan actuando extrañamente en situaciones que no les agradan, se vuelven impulsivos y son lanzados a hospitales”.

Todo a su tiempo

Para Uzo Aduba, lo realmente importante es que, a su juicio, la serie educa a la audiencia sobre la salud mental:

“Estamos tan interesados en nuestra cultura en definir a la gente y ponerlas en cajas en las que podamos entender en una forma muy tradicional a las prácticas normales […] Creo que eso es parte de Suzanne: si ella tiene una enfermedad mental, le corresponde a ella descubrirla, le toca a los escritores explorarla cuando se sientan listos. La salud mental, en general, es tan cambiante, ¿sabes? Puede tomar tantas facetas y caras que no es siempre fácil diagnosticar que eres esto o que eres eso”.

Mientras “Crazy Eyes” salga del “clóset mental”, no nos queda más que disfrutar de la serie y de la interpretación brillante de Aduba.

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