Odio y venganza en Once Upon a Time [Crítica 2x20]

Esta semana en Once Upon a Time, Regina ( Lana Parrilla) se ha tomado muy en serio su afán de venganza. Tanto así que ahora su plan es escapar a la Tierra de Fantasías con Henry y hacer desaparecer a todo Storybrooke.

Regina  pareciera tener una concepción del amor un poco extraña. Ella piensa que alejando a Henry de sus seres queridos, estando sólo con ella, él la va a querer de una u otra forma. La verdad es que ese es un plan no sólo egoísta sino malintencionado a la vez, especialmente porque está intentando que su hijo la ame a cualquier costo. Y es precisamente este tipo de prácticas lo que le está causando tantos dolores de cabeza en Storybrooke, así como los tuvo en la Tierra de Fantasías.

Mientras tanto, Hook ( Colin O’Donoghue) está de regreso y entablando nuevas alianzas que le permitirán, de una vez por todas, realizar su venganza. Y en cuanto a los astutos Tamara y Owen ( Ethan Embry), le han prometido al capitán que lo ayudarán a derrotar a Rumplestiltskin si él los ayuda a encontrar al padre de Owen, quien fue abducido por Regina unos 28 años atrás.

Acciones desmedidas

The Evil Queen fue un cuento moral sobre el precio del odio y la sed venganza. Odiar no tiene nada de bueno. Puede estar basado en una causa legítima: una terrible injusticia o un malentendido, pero el odio corroe el corazón hasta que no queda nada más que amargura y ansia de venganza.

El deseo vengativo de Regina contra cualquiera que se le oponga, le impide darse cuenta que todavía no es demasiado tarde para dejar de lado el odio y tratar de encontrar paz y redención, e inclusive amor y una familia. Esto es de lo que se da cuenta cuando está con Snow White ( Ginnifer Goodwin), quien aparece en su ayuda sin saber que se trataba de Regina. Snow explica que ella entiende por qué la Malvada Reina es de la forma que es, y que todo lo que tiene que hacer es dejar a un lado el dolor y la culpa para poder cambiar su destino. Obviamente Snow pronuncia este profundo discurso de forma un tanto precipitada; cuando descubre que todo el pueblo ha sido masacrado, ni siquiera Snow se puede permitir tolerar semejante acto de crueldad.

Al principio Regina es irreconocible gracias al encantamiento que Rumple ( Robert Carlyle) realizó sobre ella. El precio es la pérdida temporal de sus poderes y la promesa de que romperá relaciones con el Rey George.

Con un objetivo en la mira

De vuelta en Storybrooke, Hook resalta el vacío que genera la venganza, haciendo especial énfasis en el hecho de que una vez que se cobre venganza contra Rumple y lo mate, ya no le va a quedar nada por lo cual vivir. Toda su vida ha girado en torno de la venganza, y ya no tiene nada más que perder, ni nada por lo cual seguir luchando, sólo su odio contra Rumple.

Desde luego que Regina también ha tomado ventaja sobre esta alianza, y ni bien Hook se une a su causa, rápidamente lo traiciona mandándolo a una cueva con una monstruosa Maléfica.

Hablando de traición, Emma ( Jennifer Morrison) finalmente comenzó a sospechar de Tamara ( Sonequa Martin-Green), e intuye que “ella” es la persona sobre la cual advertía August. Esta situación también le genera falsas expectativas a Henry ( Jared Gilmore) de que su madre y Neal puedan llegar a estar juntos nuevamente. Lamentablemente, la investigación de Emma y Henry no tuvo buen final al no encontrar evidencia concreta que pueda de una vez por todas exponer las verdaderas intenciones de Tamara y Owen.

La próxima semana nos trasladaremos Neverland con Second Star to the Right y conoceremos más detalles sobre Baelfire (lo cual me hace suponer que él es Peter Pan). Va a ser interesante ver cómo se dan las cosas entre Baelfire, Hook y Rumple.

Puntaje final: 6 (regular)