Marvel's Agents of S.H.I.E.L.D: el virus alienígena [Crítica 1x06]

La primera temporada de Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D sigue mejorando y volviéndose más atrapante en cada episodio -o incluso emocionante, como el caso de este último-, y se puede esperar que a medida que avance la temporada las cosas vayan encajando más naturalmente y Agents of S.H.I.E.L.D vaya convirtiéndose en la serie que esperábamos desde el comienzo.

El caso de la semana

Este episodio tuvo desde un caso con elementos alienígenas, pasando por una subtrama centrada en la salud del agente Coulson ( Clark Gregg), en su temporaria muerte y Melinda May ( Ming-Na Wen) involucrada, y finalmente el peligro de muerte que debió enfrentar la agente Simmons ( Elizabeth Henstridge), que puso a todo el grupo en crisis y que entregó los mejores y más significativos momentos del dúo Fitz ( Iain De Caestecker)-Simmons desde el inicio de la serie.

Las misteriosas muertes al comienzo del episodio sembraron la intriga y pusieron en marcha la acción, llegando luego a vincularlo con elementos del Universo Marvel, pero de una manera que no sonó una injustificada referencia que funcione como guiño para los fanáticos, como algunas anteriores, sino una resolución natural y verosímil: el causante de las muertes es un virus provocado por un casco de la raza alienígena Chitauri, rescatado luego de la Batalla de Nueva York.

La agente Simmons es infectada por el virus y debe encontrar una cura rápidamente, lo que marcó uno de los momentos dramáticos más altos de la serie y también de los mejores construidos y dosificados, a medida que se acababa el tiempo para Simmons.

Tensiones de pareja

En este episodio además entregó indicios cada vez más evidentes de las tensiones románticas que se han ido forjando en el tiempo en que los agentes han trabajado juntos, y se han definido tres parejas con diferentes grados de interacción y sentimientos involucrados.

Coulson y Melinda May comparten el hecho de tener un pasado algo enigmático y tumultuoso, pero que cada uno conoce del otro; Fitz y Simmons se conocen a la perfección y son compañeros desde hace muchos años, pero quizás alguno de ellos no esté interesado en seguir siendo sólo colegas; Skye ( Chloe Bennet) y el agente Ward ( Brett Dalton) son la pareja más evidente desde que empezó la serie y sobre la que se ha ido construyendo una tensión desde hace unos cuantos episodios.

Tuvimos interesantes interacciones entre todos ellos en el episodio, que aportaron nuevas cosas, aunque esperemos que este clásico dispositivo dramático de una pareja con tensiones románticas irresueltas, que genera la incertidumbre de si cederán o no, no termine por dominar la trama.

Sobre el final del episodio se da la posibilidad de que el agente Ward gane una mayor simpatía ante la audiencia y muestre otro costado suyo, más allá de sus evidente cualidades para el trabajo y su habitual seriedad, solemnidad y distancia.

Por otra parte, cabe destacar que si bien Fitz y Simmons habían sido personajes casi decorativos hasta el momento, en este episodio ganan mucho protagonismo, los actores Iain De Caestecker y Elizabeth Henstridge parecen ser capaces de dar otra dimensión a sus personajes.

Puntaje: 8/10. Un episodio que intentó mejorar, y con éxito, algunos de los puntos flojos que había tenido antes (la dupla Fitz-Simmons) y que además fue el más emocionante y entretenido.