Poco después del lanzamiento de The Wolf of Wall Street, y como renunciando voluntariamente a involucrarse en debate sobre si aquella película denuncia o glorifica las inmorales acciones de Jordan Belford, Martin Scorsese se hizo un tiempo para enviarle una carta abierta a su hija Francesca, de 14 años, en la que aborda varios temas relacionados al cine en general.
Martin Scorsese habla sobre el futuro del cine en una carta a su hija

Por:Univision
Pareciera que Scorsese simplemente se sintió impulsado a discutir algunos asuntos significativos para él en su profesión, relativos a la gran pasión que evidentemente siente por el séptimo arte y al futuro de éste, y la decisión de que sea una carta abierta a su hija es simplemente una conveniencia retórica. Estos son algunos de los principales fragmentos de la carta que Scorsese escribió:
Querida Francesca: Esta carta que te escribo es sobre el futuro. Lo estoy mirando desde la óptica de mi propio mundo y, por lo tanto, desde la óptica del cine, que ha sido siempre el centro de ese mundo. En los últimos años, me he dado cuenta que la idea del cine con la que crecí, que es la que se ve en las películas que te he mostrado desde que eras pequeña y la que florecía cuando comencé a hacer películas, está llegando a su fin. No me refiero a las películas que ya se han hecho, sino a las que están por venir. No quiero sonar desesperanzado, no escribo esto con un espíritu de derrota. Al contrario, creo que el futuro es brillante. Siempre supimos que el cine es un negocio y que el arte de hacer películas es posible cuando se alinea con buenas condiciones en el negocio. No quiero repetir lo que ya han dicho muchos antes que yo acerca de los cambios en la industria, y estoy muy contento por las excepciones a la tendencia general -Wes Anderson, Richard Linklater, David Fincher, Alexander Payne, los Hermanos Coen, James Gray y Paul Thomas Anderson, todos arreglándoselas para hacer sus películas. Pero no creo que esté siendo pesimista cuando digo que el cine como expresión artística y como industria está ahora en una encrucijada. El entretenimiento audiovisual y lo que conocemos como películas -imágenes en movimiento creadas por individuos- parece estar yendo en distintas direcciones. En el futuro, probablemente veamos cada vez menos películas en las grandes salas y cada vez más en pequeños cines, online o, asumo, en espacios y circunstancias que no puedo predecir. Entonces, ¿por qué el futuro es tan brillante? Porque por primera vez en la historia las películas pueden ser realizadas con muy poco dinero. Esto era impensado antes y las películas de muy bajo presupuesto eran siempre la excepción a la regla. Ahora es al revés. Ahora puedes obtener hermosas imágenes con cámaras económicas. Puedes grabar sonido, editar, mezclar y corregir los colores en casa. Con todos estos avances tecnológicos que han revolucionado la realización cinematográfica, hay sólo una cosa importante que recordar: las herramientas no hacen la película, tú haces la película. Es liberador poder tomar una cámara, comenzar a rodar y luego armar todo con Final Cut Pro, pero hacer una película -la que surge como necesidad- es otra cosa. No hay atajos. Antes, como hacer películas era muy costoso, nosotros teníamos que protegernos contra el agotamiento y comprometernos, pero en el futuro, deberán cobrar fuerzas para evitar dejarse llevar por la corriente y dejar que la película quede a la deriva, perdida. Esto no es solo acerca del cine. No hay atajos para nada. No digo que todo tenga que ser siempre difícil, sino que la voz que realmente te da impulso es tu propia voz. Esa eres tú. Esa es la verdad.
- Ver también: «La faceta documentalista de Martin Scorsese»
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