Los 7 espejos más aterradores del cine

“–Espejo, espejo mágico. Dime una cosa: ¿qué mujer de este reino es la más hermosa?”

Así preguntaba cada día la malvada reina y madrastra de Blancanieves y cada día él respondía:

“–Usted, majestad, es la más hermosa de este reino y de todos los demás”.

Cuando la respuesta cambió, la historia se tornó sombría. Y si bien no fue culpa del espejo, sí que jugó un papel importante en la desgracia, primero de Blancanieves y luego de la propia bruja.

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La figura de un espejo mágico ha sido explotada en las películas de terror durante años. Eso de pensar que estás solo y ¡boom!: una figura terrorífica sale del espejo mientras tú estás de espaldas. ¿Quién no se paralizaría del miedo con eso?

Pero en otras ocasiones, el espejo no solo sirve para el “salto de miedo”, sino que también tienen un rol preponderante en la historia. Maldiciones oscuras caen sobre ellos y su misión es propagar el terror.

Estos son algunos de los espejos que te hicieron pensarlo dos veces antes de comprarte uno enorme para tu habitación. Es que eso de dormir con espejos… ¡no!

Puerta del Espejo Mágico – The Neverending Story (1984)

Aterrador si tienes algo que ocultar. Al pasar por el Oráculo del Sur, Atreyu se encuentra el Espejo Mágico que tiene la habilidad de mostrar el verdadero ser de quien se ubique frente a él.

Por suerte, Atreyu es un chico valeroso y solo ve a Bastian, su contraparte. Pero si se tratara de alguien malvado, que en realidad se cree héroe; o de un cobarde en piel de león… Pues las consecuencias sí que serían terribles. Y siendo sinceros: es un poco aterrador eso de enfrentarte con quien realmente eres.

El espejo oscuro – Oculus (2013)

¿Un espejo que influye negativamente en tu vida? Pues sí. El espejo de Oculus tiene varios poderes que causan temor a cualquiera.

Genera alucinaciones, provoca la muerte de quienes estén cerca, hace que las plantas mueran, cambia la temperatura de las habitaciones, contesta el teléfono e intercepta llamadas: lo más cercano a un mayordomo diabólico.

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Bromas aparte, el mayor poder del espejo es su capacidad de protegerse a sí mismo, así que no creas que te será fácil deshacerte de él.

El espejo Oesed – Harry Potter and the Philosopher’s Stone (2001)

¿Aterrador el espejo de Harry Potter? ¡Pero si refleja nuestros deseos!

El propio Dumbledore lo explica cuando ve a Harry enganchado en la figura de sus padres: no se trata de algo real y es fácil perderse en esa realidad. Resulta torturador tener que ver todo eso que deseas, pero que no puedes tener en la vida real.

El espejo abandonado – Night of the Demons (1988)

A estas alturas deberíamos saber que hacer una sesión de espiritismo la noche de Halloween es un “ni se te ocurra”. Es mucho peor si lo haces frente a un espejo abandonado y lleno de polvo que se encuentra dentro de un lugar donde se celebran ceremonias a los muertos.

Si lo haces, es probable que te pase como a los chicos de Night of the Demons. Al despedazarse el espejo, liberaron al demonio que habita al lugar y que fue poseyendo a cada uno de los invitados a una fiesta de disfraces muy particular.

El espejo demoníaco – Mirror Mirror (1990)

Megan es una chica gótica que no tiene amigos, sino torturadores escolares. Acaba de mudarse a una nueva casa donde hay un espejo viejo con el que se obsesiona.

La verdad es que el espejo está poseído por un demonio y le da a Megan el poder de vengarse de quienes se burlan de ella. Lo que no sabe es que el poder viene con un precio mortal.

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El espejo ornamental – Return to Oz (1985)

Una de las películas más espeluznantes para niños, según los críticos y una clara muestra de control mental, para quienes siguen teorías de la conspiración.

En el palacio de la Princesa Mombi hay un espejo ornamental con un secreto: es la prisión de Ozma, la verdadera reina de Oz.

¿Terror? Para cualquiera que sufra de claustrofobia.

Todos los espejos – Mirrors (2008)

No solo los espejos, sino cualquier superficie donde haya algún tipo de reflejo. El demonio de esta película protagonizada por Kiefer Sutherland, actúa a través de los reflejos de las personas que, de alguna manera, pueden matar a su dueño.