Hace 65 años que La Dama y el Vagabundo llenó de magia y ternura los cines de todo el mundo. Basada en un cómic homónimo de Ward Greene, el clásico de Disney muestra el amor imposible que hay entre una cachorrita mimada y un perro callejero.
'La Dama y el Vagabundo' estuvo a punto de no existir y todo por unos perritos de la vida real


Gracias a sus grandes personajes y divertidas escenas, es considerada una de las películas más importantes del cine animado.
No obstante, dicha producción no siempre tuvo el éxito que todos conocemos.
Su realización presentó tantos altibajos y complicaciones que estuvo a punto de ser cancelada por, nada más y nada menos que… Walt Disney. Te contamos la historia.

El estreno (casi) imposible de La Dama y el Vagabundo
Todo comenzó en 1937, gracias a una idea del escritor y diseñador americano Joe Grant. Luego de convertirse en padre por primera vez, el artista se percató de que su cachorrita Lady se sentía desplazada y triste por la llegada del nuevo bebé.
El también realizador de El Rey León y Aladdin pensó que sería divertido hacer un corto animado al respecto, así que decidió hacer un bosquejo y presentar la idea ante su jefe: Walt Disney.
Después de analizar la propuesta y calcular sus posibilidades de éxito, el creador de Mickey Mouse decidió que llevarían la historia de Lady al cine, pero no como un cortometraje, sino una película completa.

Una vez que los guionistas terminaron el primer script de la historia, Walt pensó que no tenía potencial y pidió que lo repitieran hasta que contara con lo necesario para triunfar.
Dicha situación se repitió una y otra vez, hasta que Joe Grant abandonó la compañía.
La película se quedó olvidada por años; no obstante, volvió al interés del empresario luego de que leyera una historia del escritor y periodista estadounidense Ward Greene.
El escrito seguía las aventuras de Happy Dan, un perrito callejero que engañaba a los habitantes de su ciudad para que le dieran comida.

Inmediatamente, Walt Disney supo que ese travieso animalito sería el complemento perfecto para Lady, por lo que llamó a su equipo de escritores y les pidió que lo unieran al guion.

Cuando parecía que La Dama y el Vagabundo por fin se estrenaría en la pantalla grande, la Segunda Guerra Mundial llegó a Estados Unidos.
Aunado a que el presupuesto para hacer animaciones era casi inexistente, la audiencia no estaba de humor para las historias llenas de magia y alegría que caracterizan a Disney, por lo que Lady y su nuevo compañero volvieron a quedar en el olvido.

Con la resolución de este conflicto bélico, Disney regresó al negocio y estrenó La Cenicienta, producción que logró recaudar más de 85 millones de dólares. El éxito obtenido demostró que el mundo estaba listo para volver a soñar.

Al fin, 16 años después de que Joe Grant tuviera la gran idea original, los guionistas lograron cumplir las expectativas de Walt y entregaron un guion que tenía todo para llevarlos al estrellato.
Sin embargo, había un pequeño detalle que no terminaba por conquistar al empresario: la icónica escena del restaurante italiano.
Walter, como era conocido por su familia y amigos, pensaba que ver a dos perros compartiendo un plato de pasta con salsa de tomate no tenía nada de romántico y que, de hecho, era un tanto repulsivo y carente de sentido.
Para probar lo contrario, un animador decidió hacerla por su cuenta y demostrarle que podía funcionar. Que suerte que tuvo esa iniciativa, ¿no?

Convencido con la versión final, Disney contrató a Ward Green para adaptara la historia a una novela. Así lograría que el público se familiarizara más rápidamente y reconocieran el filme con facilidad.
«La Dama y el Vagabundo fue una película muy divertida de hacer. Mientras estábamos en la producción y conocíamos a los personajes, se nos iban ocurriendo ideas mucho más divertidas y funcionales», declaró Walt.
La animación fue otro de los contratiempos a los que tuvieron que enfrentarse. Como ya no tenían a Lady, los diseñadores usaron a dos perritas diferentes para poder replicar su imagen y mantener la esencia de la historia. Este proceso duró, aproximadamente, dos años y medio.
En el caso del Vagabundo, los animadores encontraron a la modelo perfecta en una de las calles aledañas a las oficinas de Disney. Pero, para su mala suerte, se les perdió de vista en una esquina y desapareció.

Después de mucho buscarla, lograron encontrarla en una perrera a solo 4 horas de ser sacrificada. ¡Qué alivio!
Finalmente, los escritores lograron salvarla y darle una vida llena de felicidad y plenitud en la hermosa granja de ponis de la compañía.

A pesar de todos los altibajos que rodearon a este filme, La Dama y el Vagabundo logró ganarse el corazón de miles de niñas y niños alrededor del mundo, convirtiéndose en uno de los clásicos más importantes de Disney.
Es la prueba de que si te esfuerzas lo suficiente y luchas por tus sueños, puedes lograr todo lo que te propongas ¡Aplausos!
¿Conocías la historia de esta hermosa película? Cuéntanos en los comentarios.
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