Killing Eve: la mejor serie del año que no sabías que debías ver

Un policía busca a un asesino y comienza una cacería llena de acción e intriga. ¿Les suena conocido? Si tienen una televisión seguramente hayan visto un programa así muchas veces. Es una fórmula tan conocida que caer en el cliché parece inevitable, pero hay algunas series que logran usarla para crear algo original y sorprendente, como True Detective, The Fall y la nueva serie de BBC America: Killing Eve.

Killing Eve es nueva, pero la crítica internacional ya la está llamando una de las mejores series de 2018. La historia sigue a Eve Polastri (Sandra Oh), una agente del MI6 (el servicio de inteligencia al que también pertenece otro gran espía de la pantalla: James Bond) que busca a una asesina internacional, Villanelle (Jodie Comer). Eso es todo, pero es más que suficiente para ser un nuevo vicio.

Conocido, pero original

Ya desde el primer capítulo es claro que esta no va a ser una serie policial cualquiera. Ella llega a la oficina de la manera menos esperada posible, no como una policía profesional, sino muerta de la resaca y con un croissant en la mano. Parece una comedia británica al mejor estilo The Office, con diálogos inteligentes y rápidos, momentos incómodos (como cuando Eve intenta comer su croissant en silencio mientras que su jefa habla de un homicidio), pero después se transforma en un thriller lleno de suspenso y acción.

Eso es lo que la hace una de las series más celebradas del momento: es imposible de clasificar. En un momento Eve y sus compañeros están usando insultos coloridos (y muy británicos) y al otro están en una persecución llena de adrenalina. Es divertidísima hasta que deja de serlo y nunca sabes lo que vas a encontrar en el siguiente capítulo.

Está llena de acción y comedia, pero esas dos cosas no son suficiente para llevar adelante una historia. Una de las cosas que hace que la serie sea tan original es que pone de cabeza a un género típicamente masculino en el momento que contrataron a dos mujeres como las protagonistas. Parece insignificante, pero ellas son las que hacen que la serie brille de verdad. Ninguna de ellas encaja en los estereotipos de los thrillers, Villanelle no es una femme fatale que usa su sexualidad para matar, simplemente es una psicópata carismática, y Eve no es una versión femenina de un clásico detective.

Sandrah Oh, mejor conocida por su trabajo en Grey's Anatomy, por fin tiene el rol protagónico que merecía y es capaz de hacer que la pantalla brille cada vez que aparece. Un problema en las series policiales es que la personalidad de los policías solo tiene una dimensión: la de querer atrapar al asesino. Oh hace de su Eve una mujer sarcástica, llena de defectos y, lo más importante, humana.

Sin embargo, su personaje no tendría la misma fuerza sin un villano que la acompañe y, por suerte, eso no falta. Comer es una verdadera psicópata que, si bien de a ratos parece una caricatura, es tan implacable que no podrás evitar sentir miedo por Eve cuando se la encuentre. No se sabe bien cuál es el gato o el ratón en esta persecución, y eso lo hace aún más emocionante.

Si estás buscando una serie original, que tenga un poco de drama de espías, otro de comedia y dos grandes actuaciones, entonces no deberías perderte Killing Eve.

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