Los Premios Oscar 2019 dejaron un sabor muy amargo. Porque si parecía que esta era la edición que había logrado no solo ser más divertida y dinámica, además, era, al menos, la que iba en camino a ser más inclusiva gracias al suceso de Roma . Sin embargo, el último premio de la noche a «Mejor Película» lo arruinó todo.
Hay un detalle de Green Book que muchos pasaron por alto, ¿y tú?

Green Book se llevó el galardón máximo y dejó a muchos disconformes, entre ellos a Spike Lee, director de El infiltrado del KKKLAN, también nominada en esa categoría.
Sin embargo...
Luego de todos los entredichos y ser una de las películas más criticadas de la ceremonia luego de Alto Impacto, aquel drama que compartió nómina con películas como Capote o Secreto en la Montaña en 2004, y que finalmente también se llevó el galardón, Green Book está arrasando en la taquilla mundial como nunca. Aun así, sigue molestando su coronación como « Mejor Película». Tal vez la explicación esté en una implícita metáfora que lleva dentro de su argumento y que muy probablemente no pudimos comprender al principio.
Green Book y «el salvador blanco»

Años 60 . Don Shirley, un virtuoso pianista clásico, emprende su gira por el sur de los Estados Unidos con su chofer Tony «Lip» Vallelonga, un rudo y poco instruido italoamericano. La ruta no puede ser cualquiera, pues Tony debe seguir las indicaciones del libro verde, una especie de guía que especificaba los lugares en los cuales los afroamericanos podían estar seguros en las zonas más racistas del país.
En esta aventura, ambos son capaces de olvidar viejos prejuicios y logran forjar una unión de amistad inolvidable. Y fin. Sí, los dos se hacen amigos y terminan abrazados como cualquier relato idealista de Disney.
La película con dirección y guión de Peter Farrelly, un realizador que venía del ámbito de la comedia de clase B, es una historia simple -inspirada en hechos reales- sin ningún tipo de complejidad narrativa y que indaga muy poco en los conflictos raciales de aquel momento. Así y todo, se llevó el premio a «Mejor Película» en los Oscar 2019, aunque también un millar de críticas.
Es que luego de una ceremonia en la que una de las máximas ganadoras fue Roma, una película mexicana sobre la compleja vida de una empleada doméstica con raíces indígenas, en donde los 2 actores premiados por sus interpretaciones de reparto, Regina King y Mahershala Ali son afroamericanos y el «Mejor actor principal», Rami Malek, hijo de dos inmigrantes egipcios, cuesta entender cómo puede ganar un film correcto e ingenuo que, de alguna manera, propone soslayar las vejaciones que la población afroamericana sufrió en Estados Unidos en los años en que transcurre la película.
Por otra parte, otra polémica que surgió en torno a Green Book es que Maurice Shirley, hermano del músico, fallecido en 2013, contó en una entrevista con Black Enterprice que jamás había aceptado la salida de esta biopic, argumentando que su hermano no había forjado una amistad con Vallelonga, en ningún momento de su vida:
«Como el único hermano vivo del Dr. Donald W. Shirley, yo, Maurice E. Shirley, Sr., estoy obligado a responder a este llamado. De acuerdo con Malcolm X, quien dijo que ‘todo hombre blanco en Estados Unidos se beneficia directa o indirectamente de su posición con respecto a los negros, se beneficia del racismo, aunque no lo practique ni lo crea’, esta película, 'The Green Book' NO se trata de MI hermano, sino de dinero, privilegio blanco, ¡suposición y…de Tony Lip!»
Según las propias palabras de Maurice, ningún miembro de la familia Shirley quiso que ese film viera la luz. «Vinieron a mí con la película terminada. ¿Querían que la aceptara? Claro que no», expresó.

Pero eso no es todo. Porque Maurice añadió que, incluso, el film no era fiel a la realidad no solo con respecto a la supuesta amistad que mantuvieron su hermano y Tony Lip sino que no lo es tampoco en otros elementos que, por cierto, resultan principales para delinear la simpatía entre ambos personajes:
«Esta es una película de la época para sentirse bien, que haría una buena fantasía al estilo de Disney como Dumbo. A pesar de que está 'inspirado por una historia real', las imprecisiones que se han colocado al frente y al centro son perjudiciales porque dibujan una caricatura completamente inexacta de un miembro de la familia que amamos y una tergiversación de las relaciones con otros miembros de la familia.
Mi hermano nunca consideró a Tony como su amigo (…) Mi hermano NUNCA tuvo un Cadillac verde azulado, siempre fue una limusina negra (…) A mi hermano NUNCA lo golpearon, como lo describieron con tanta falsedad. Insultado, discriminado, faltado al respeto como hombre y artista, rechazado ... SÍ. (…) Nadie, NUNCA, tuvo que enseñarle a mi hermano a comer pollo frito. Tampoco habría permitido "lecciones" de tales por un hombre blanco (dados los estereotipos). Y yo jamás perdí el contacto con él como se soslaya en la película. Siempre hablábamos por teléfono. Esta es una película sobre Vallellonga y sobre ‘salvadores blancos’»
Por supuesto, ante estas afirmaciones, Nick Vallelonga, hijo del protagonista y además co-guionista de Green Book, defendió la película y argumentó que la voluntad del propio Shirley era contar esta historia sin contárselo a nadie:
«Me dijo la historia que quería contar. Protegió su vida privada y todas las otras cosas sobre él, cosas milagrosas sobre él. Era un hombre increíble. Me dijo: ‘Si vas a contar la historia, cuéntale a tu padre, a mí, a nadie más. No hables con nadie más. Así es como tienes que hacerlo’»

Nunca sabremos finalmente cuál es realmente la verdad, sobre todo porque los protagonistas de esta historia fallecieron en 2013, con tan solo meses de diferencia. Sin embargo, sí resulta interesante comprender por qué esta película conmovió tanto a la sociedad blanca y molestó a los afroamericanos.
Basta solo dar un breve vistazo por algunas de las películas de Hollywood que pretendieron combatir el racismo y siempre encontrarás alguna persona blanca que auspiciará de salvador de un afroamericano, como en Matar a un ruiseñor o, incluso, The Help, donde la propia Viola Davis, una de las protagonistas, aseguró, hace unos meses, haberse arrepentido de su participación en la película justamente porque su personaje había obtenido la liberación gracias a la «bondad» de una persona blanca.
En Green Book, nos guste o no, todo esto sucede. Un hombre blanco, que, a pesar de ser hijo de una familia de inmigrantes, es racista y despectivo. Pero que al conocer a su patrón afroamericano y ser testigo de las ofensas de las que es víctima por su color de piel, se hace bueno y lo ayuda a defenderse frente a la discriminación. Vallenloga se convierte en la película en una especie de santo protector indispensable para que Shirley haga valer sus derechos. Sin él, su gira por el sur hubiese sido imposible.

Resulta interesante que al ver la película por primera vez, siendo blanco, en general, uno queda conforme con el retrato de esta amistad en la que el blanco se convierte en bueno. Pero si de algo sirve todo lo sucedió detrás de esta ganadora del Oscar, nos llama a interpelarnos una vez más y a comprender que todavía queda mucho camino para deconstruir mentalidades que, aún en el siglo XXI, permanecen con resabios racistas, que explícitos o no, aparecen más de lo que pensamos en el mundo cotidiano.
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