En busca de la guitarra perdida en Californication [Crítica 6x05]

Se podría decir que en este nuevo capítulo de Californication, lo más importante no fue la guitarra, sino la vuelta al trabajo diario de cada uno de los protagonistas. Por un lado, Hank debió lidiar con la inspiración que no lo dejo escribir la historia que pretendía en el episodio pasado y por otro, Charlie se enfrenta con las consecuencias de haber mentido.

Rock and a Hard Place (Rock y un Duro Lugar) nos muestra a Charlie ( Evan Handler) siendo despedido, otra vez. Y a Hank ( David Duchovny) aceptando el trabajo que Atticus ( Tim Minchin) le había propuesto al principio de la temporada: escribir un musical para Broadway. El problema es que se encuentra creando un disco para recordar a su amigo, y necesita de la guitarra para sentir que todo tiene sentido, por lo tanto nuestros protagonistas deberán ir en su búsqueda.

Con un final feliz

Mientras Charlie es despedido nuevamente, Hank intenta escribir pero tiene bloqueo de escritor. Y al encontrar a su amigo deprimido, se da cuenta que debe ayudarlo de alguna forma, entretanto vuelva su inspiración. Así que decide aceptar la oferta de Atticus y escribir ese maldito musical.

Lo más chistoso de todo esto es que Charlie, de alguna manera, siempre sale bien parado y esta vez es porque Atticus se quedó sin agente y necesita uno. Por lo tanto se presentó como la solución, eso sí, deben buscar esa guitarra y con un poco de cocaína, para que el trabajo realmente se dé. Otra cosa que me encanta de este rock star es su forma de ser, es un niño con juguete nuevo cuando consigue lo que quiere, que por lo general es droga.

En este camino que emprenden, recurren a un personaje conocido y que conoce todo sobre el rock star muerto: Faith ( Maggie Grace). Quién los conecta con el traficante ( Jorge García) que posee el instrumento y la cocaína, logrando que nuestros muchachos consigan el trabajo. Eso sí, admiro lo dedicado que es Charlie cuando se compromete con algo y lo bajo que puede caer por ello, pero es lo que lo caracteriza y me encanta…

Al final de todo quién se lleva la mejor parte es Hank que consigue a su musa inspiradora: Faith, quién finalmente cae por él, aunque tengo la leve impresión que las cosas se complicarán en el próximo episodio.

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¿Reconciliación a cuesta de qué?

Stu ( Stephen Tobolowsky) está intentando como loco volver con Marcy ( Pamela Adlon) y Hank le da una pequeña ayudita. Ahora como todos sabemos, Marcy está con ese pequeño asunto de que odia a los hombres y sale a todos lados con Ophelia ( Maggie Wheeler). Al reunirse con Stu, deciden que necesita ponerle un cinturón de castidad, para que pueda finalmente pensar en lo que hizo y ella lo pueda perdonar. Pobre Stu, lo que hace para poder recuperar a la pitufina y lo que tiene que haber dolido.

Si bien no fue uno de mis favoritos, me gusto este episodio. Ver a Hank cuidando de Charlie y pensando un poco en él también, viendo cómo salir de la situación. Asimismo, verlo hablando con el traficante exactamente como él, fue demasiado chistoso. Uno de las grandes cosas de este capítulo.