Spike Lee decidió correr un riesgo tal vez demasiado alto al llevar a cabo la adaptación de Oldboy (2003), la película surcoreana dirigida por Park Chan-wook que se convirtió en una de las más conocidas y estimadas para el público occidental, luego de su presentación en el Festival de Cannes en 2004 y de recibir grandes elogios del presidente del jurado de ese año, Quentin Tarantino.
El fracaso del la remake de Oldboy

Pero junto a los riesgos puramente cinematográficos (¿qué podría aportarle de nuevo a una película tan extrema y particular como Oldboy?), que luego del estreno de este fin de semana parecen haber confirmado las peores sospechas (se ha dicho que, si bien es bastante oscura y sangrienta al igual que la original, es bastante más prudente y superficial en líneas generales), había otros que tal vez no eran tan esperados y que ahora resultan más sorprendentes.
La remake de Oldboy se ha convertido en uno de los peores estrenos del Día de Acción de Gracias y su recaudación no superó el millón de dólares (recaudó un estimado de $850.000 en 5 días, mientras que el presupuesto del film fue de 30 millones).

Si comparamos con otra película de tono similar estrenada el mismo día, Homefront, que también cuenta con protagonistas de peso como Jason Statham y James Franco, su recaudación fue de casi 7 millones (y su presupuesto fue menor: 22 millones).
El fracaso de Oldboy en la taquilla sorprende porque la película venía asociada a grandes nombres como Spike Lee, Josh Brolin, Elizabeth Olsen, Sharlto Copley y Samuel L. Jackson., y además prometía una gran historia de violencia y venganza (al menos para los que no vieron la película original).
Otra de las películas estrenadas en los días festivos en torno al Día de Acción de Gracias que superó sorpresivamente a Oldboy en la taquilla fue Black Nativity, un musical con un numeroso elenco (completamente afroamericano) encabezado por Forest Whitaker y Angela Bassett.
Black Nativity recaudó casi 4 millones de dólares con un presupuesto de 17.5 millones.






