Crítica del final de la sexta temporada de Bones

Este episodio final de la sexta temporada de Bones, A Change in the Game, ha seguido los pasos del impactante final de la temporada anterior, pero solo en un comienzo. También notamos un cambio en el tono de uno de los programas con más seguidores de la TV. El grupo investiga la aparición de un cadáver en un boliche, y para ello Brennan (Emily Deschanel) y Booth (David Boreanaz) van a infiltrarse en la comunidad bolichera haciéndose pasar por jugadores de bolos.

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Por la extensión del capítulo y la producción que estuvo involucrada uno esperaba que la historia del boliche no tuviera tanta relevancia como tuvo. Es decir en los episodios de finales de temporada se desenredan y definen muchas situaciones personales especialmente entre los protagonistas. Cosas importantes como el embarazo de Brennan y el nacimiento del hijo de Angela quedaron relegados a un segundo plano, por un muerto en boliche. Se sentía como un capítulo regular de la serie , no como un final de temporada.

La unión entre Brennan y Booth ya había quedado establecida desde la temporada pasada y uno esperaba que en este final veríamos un poco más del avance de esta relación, pero no se dieron ni un beso, nada. Pero en cambio no dudaron en lanzar este twist del embarazo de Brennan y de inmediato hacer de Booth el padre de la criatura.

Para los que desean ver juntos como pareja los protagonistas esto seguro les gusta, porque piensan que así podrán verlos ambos más unidos, pero conociendo a Hanson y sus giros inesperados (como el caso Hanna, Gorgomon o el Sepulturero) yo no estaría tan segura.  El plot del embarazo no se desarrolló de la mejor manera, y lo único queda claro para después de la pausa de 6 meses;  es que no se ocultara el estado de Brennan y se incorporará en la trama. ¿Será eso bueno para la trama de la serie? No me atrevería a jurar que así será.