Crítica de Somewhere: Todo va a algún lugar

Somewhere, el más reciente film de la directora Sofía Coppola es una interesante exploración acerca del precio de la fama y de como todo el éxito del mundo no puede cambiar la condición humana. El film se centra en Johnny Marco ( Stephen Dorff) una estrella de Hollywood que vive en el legendario Chateau Marmont de Los Angeles mientras filma películas exitosas pero que realmente no logran sacarlo de su apatía.

Su vida de excesos y abandono se ve interrumpida solamente por las visitas de su hija Cleo ( Elle Fanning) quien es su única conexión con la realidad y que se esmera por tener una relación lo más posible con su famoso padre.  Sin embargo su dinámica se ve alterada cuando Cleo debe viajar con su padre a Italia para la premiere de su nueva película y tiene la oportunidad de ver de primera mano algunas cosas de su padre que no conocía.

Inspirada parcialmente por las propias vivencia de Coppola (que paso su infancia viajando junto a su padre, el famoso director Francis Ford Coppola) el film no cae en clichés ni convencionalismos y avanza por los caminos más inesperados dejando que los actores alcancen una enorme naturalidad en sus actuaciones.

Puntaje: 8/10- Un film reflexivo, intuitivo y profundo que se apoya en sus dos protagonistas para crear una historia minimalista que habla sin demasiadas palabras y que no ofrece respuestas sencillas sino que deja al espectador elegir sus propias respuestas.