Breaking Bad: las muchas vidas de Walter White [Crítica 5x13]

Imagen AMC Networks

Para los que estaban esperando Breaking Bad en su más alto nivel y en su punto máximo de tensión y adrenalina, este último episodio To'hajiilee sin dudas tuvo todo lo que esperaban y puso en pantalla una buena dosis de la acción más cruda y explosiva, precedida por algunos momentos de suspenso y otros de intensidad emotiva, tal y como uno espera tan cerca del final.

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Después del episodio anterior de la temporada 5 de Breaking Bad, que sentó las bases sobre las que se construirían los conflictos de los capítulos sucesivos, incluyendo este último, se podía suponer que las cosas se agitarían para nuestros protagonistas, pero aún así este episodio fue impactante.

El gran engaño

En la primera mitad de To'hajiilee vemos cómo las necesidades de Walt ( Bryan Cranston) y las de Todd ( Jesse Plemons) y su tío Jack ( Michael Bowen) -estos últimos bajo el mandato de Lydia ( Laura Fraser)- se complementan a la perfección y cada uno puede obtener lo que necesita del otro.

También vemos a Jesse ( Aaron Paul) que, cuando nadie lo espera y es subestimado por todos, se le ocurre una muy buena idea (Jesse fue el que ideó lo de los imanes para destruir las evidencias que los incriminaban al comienzo de esta temporada) y allí comienza a gestarse lo que será la gran derrota (momentánea) de Walt y el gran triunfo (también momentáneo) de Hank ( Dean Norris).

Imagen AMC Networks

Fue un poco triste ver al leal y siempre bien intencionado Huell ( Lavell Crawford) engañado de esa manera por Hank y el agente Gómez ( Steven Michael Quezada), pero aunque en apariencia no les da una información demasiado jugosa, Hank demuestra que sigue siendo muy astuto a la hora de perseguir criminales. Ahora además saca provecho de su conocimiento sobre Walt.

Hank sabía que, ante la perspectiva de perder su dinero, Walt no se iba a fijar en detalles sobre la imagen enviada y así los terminó conduciendo al lugar donde enterró su dinero, además de confesar todos sus crímenes por teléfono.

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El envío de la imagen por parte de Jesse es un disparador que da inicio a algunos de los momentos más tensos del episodio y de toda la serie. 

El bueno, el malo y el nazi

Con Walt en el auto a toda velocidad mientras habla por teléfono con Jesse, se puede sentir muy de cerca el terror de Walt ante la posibilidad de perder su dinero, que es la única razón (al menos material) por la que hizo todo lo que hizo, lo único “positivo” y beneficioso que dejará para su familia cuando finalmente muera.

Imagen AMC Networks

En los momentos siguientes, la derrota de Walt y el triunfo de Hank se hacen evidentes y palpables y, por más que uno puede suponer que esto no quedará así (por el simple hecho de que restan tres episodios), son momentos de gran intensidad: un primer plano de Walt reconociendo por primera vez que ya no hay nada más que pueda hacer; un detalle luego de Hank poniéndole las esposas, el momento más catártico de Hank desde que comenzó la serie; Walt diciéndole “cobarde” a Jesse y éste escupiéndole en la cara.

Era muy fácil suponer que aparecería el tío de Todd y sus secuaces en el lugar, sabíamos que no iban a hacer caso a Walt, siendo que éste es ahora alguien fundamental para su negocio, sabíamos que había alcanzado a darle las coordenadas del lugar, pero por más que esperábamos que algo así sucediera, el impacto de ese momento fue inigualable y fue una de las mejores secuencias de toda la serie. 

No sólo por sus implicancias y su final abierto, sino por su atractivo visual y esa cuidadosa construcción de la tensión (miradas, primeros planos, un sonido apagado y lejano, la sensación de que el más mínimo movimiento desatará una masacre), propias de un clásico western.

Imagen AMC Networks

Parece imposible que todos los involucrados saldrán vivos de esa balacera, pero el hecho de que el final haya sido sin ningún indicio al respecto (no vemos a nadie recibir un balazo) quizás apunte a lo contrario. ¿Será Hank el que finalmente muera, luego de ese gran momento de triunfo y satisfacción? ¿Qué creen ustedes? 

Puntaje: 9.