Boo de 'Monsters, Inc.' originalmente iba a ser un señor de 30 años: conoce la historia

Monsters, Inc. nos enseñó que no existe un amor más puro que el de un monstruo peludo y una pequeñita. Lo curioso es que ese dúo que ahora nos parece inseparable tuvo un origen muy diferente. Imagínate que Boo en realidad hubiera sido un señor de 30 años, ¿suena demasiado extraño? Porque sí podría haber sucedido.

La historia de Monsters, Inc. comenzó mucho antes de su estreno en 2001. Es casi legendaria la anécdota de la reunión en la cual varios de los creativos de Disney y Pixar se juntaron para comer y tener una lluvia de ideas. Ese lunch de 1994 se volvió famoso porque, además de hablar sobre el rumbo que tomaría Toy Story, de esa conversación salieron las ideas para Buscando a Nemo, WALL-E, Monsters, Inc. y Bichos.

Toy Story surgió del recuerdo infantil de varios miembros del equipo que creían que sus juguetes cobraban vida cuando salían del cuarto. Eso los llevó a otro momento de la infancia que también podría ser llevado al cine: el de los monstruos que viven en el clóset y esperan a que te metas a la cama para salir a aterrorizarte.

Monsters, Inc. fue dirigida por Pete Docter y su primera propuesta para el filme fue muy diferente a la que vimos y ahora amamos. Él propuso que la trama se desarrollaría alrededor de un hombre de 30 años. Docter profundizó en esta narrativa en octubre de 2009, en el Creative Screenwriting Podcast. Por desgracia, el archivo de audio ya no existe en la plataforma original; pero lo bueno es que los medios de aquel entonces transcribieron sus palabras.

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Se iba a tratar de un oficinista frustrado que un día se encontró un cuaderno en donde él dibujaba a los monstruos que lo aterrorizaron durante su niñez. A partir de ese hecho, los monstruos comenzaron a regresar a su vida, apareciendo en cada lugar que visitaba y en los peores momentos posibles.

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Con el paso del tiempo, el hombre reconoce que cada una de las criaturas representan un miedo que jamás superó y, al enfrentar dichas situaciones, cada uno de los seres desaparece. Lo cual en parte era un poco triste, porque al final sí se encariñó con ellos. Por esa razón Pete y el equipo abandonaron esa idea: el desenlace era algo algridulce y no funcionaba como le hubiera gustado. Al menos fue sólo la propuesta y no todo el proyecto, como sí le pasó a otras producciones.

Así fue como ahora el monstruo principal se convirtió en el godín y el humano en un niño. Ambos personajes cambiaron de enfoque en múltiples ocasiones, hasta que llegamos a Sulley y Boo. El concepto de Sulley se planteó primero, por lo que se concluyó que una niña pequeñita sería quien contrastaría mejor con él.

Ahora cada que veas Monsters, Inc. podrías imaginar un mundo alterno en donde en lugar de Boo el protagonista fuera Al McWhiggin, de Toy Story 2. En la descripción de Docter no se menciona que tuviera que ser un señor creepy, pero es lo más cercano que tenemos en Pixar de un treintón con problemas existenciales.

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