¿Te ha pasado que pasas un rato cambiando de canal y terminas viendo la misma película por enésima vez, o simplemente descargas o rentas una que te gusta mucho y hace tiempo no ves? De eso se trata este artículo, de esas películas que no importa cuándo se hicieron o de qué tratan, y aún así tienen una magia excepcional.
7 ingredientes indispensables que una película debe tener para convertirse en un clásico

Estamos hablando de los clásicos del cine. Pasando por alto las diferencias de género y estilo, todas las grandes películas de la historia del cine tienen mucho en común.
Vamos a ver los 7 ingredientes necesarios para que las películas se vuelvan clásicos del cine.
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1. Una historia sólida
El cine, como la poesía, el teatro, y otras formas de arte, se trata de contar una historia. Cuando vemos una película básicamente nos están contando una historia. Pero ¿qué hace que una historia sea lo suficientemente buena como par ser un clásico? Por supuesto que debe estar bien escrita y debe ser contada de forma original. Pero más allá de los tecnicismos la historia tiene que conectar con los espectadores a nivel emocional.
No importa si es una trama romántica, un dilema histórico, o la existencia virtual dentro de La Matriz. Los personajes tienen que atravesar alguna especie de conflicto emocional que los identifique como seres humanos, tal como los que miran el film. Claro que dichas emociones pueden ser de muchos tipos. Decir cuán buena es una historia en gran medida depende de la capacidad que tenga de evocar emociones y reacciones en el público.
2. Una buena banda sonora
La música es de los elementos más importantes que ayudan a contar su historia. Quizás porque el sonido también despierta reacciones incluso a nivel fisiológico, nuestro cuerpo/cerebro responde a estímulos sonoros con sensaciones.
Si te fijas, verás que todas las grandes películas tienen grandes bandas sonoras, que en algunos casos se recuerdan mejor que los detalles de la trama.
3. Una fotografía espectacular

La parte visual es vital en una película. ¿Acaso no es eso la película en sí misma? Los directores saben esto muy bien y tratan de dejar una impresión en nosotros usando diversos recursos.
Alguno de los clásicos se filmaron en blanco y negro, otros en la textura vintage de 8mm. Algunas películas se convirtieron en clásicos precisamente por sus novedosas tomas o por las vistas espectaculares que nos presentaron.
4. Cronotopo
Aquí podemos hablar de dos elementos vitales: tiempo y locación. Si la trama es de época la ambientación y el vestuario tienen que ser impecables. Todos los grandes clásicos de época tienen detrás un trabajo investigativo colosal. La locación es también algo que puede poner un film en un nivel superior si deleita la vista de la audiencia.
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5. Debe tener escenas de clímax
Todas los grandes clásicos del cine tienen escenas en las cuales el nudo de la historia llega a su máxima expresión o se resuelve de manera espectacular. Algunas grandes películas, por el contrario, parecen desarrollarse a un ritmo tan intenso que son un clímax de principio a fin. De cualquier manera tiene que tener esa escena que nos deja boquiabiertos, nos entristece, o nos hace llorar de la risa.
6. Los clásicos tienen actores de primera
Un amigo mío no ve una película si el casting no incluye actores de primera. Esto es un poco extremo y en realidad puede que se esté perdiendo algunos filmes buenos. Pero lo que sí es seguro es que la mayoría de las películas que él ve son muy buenas. Piensa que sería de El Padrino sin Marlon Brando, Al Pacino, o Robert De Niro, por ejemplo.
7. Debe trascender
“Lo bueno no pasa” dice un viejo refrán. No se puede hablar de un clásico si no es una película sobresaliente. Generalmente los clásicos son éxitos de taquilla, pero también marcan pautas estéticas y se convierten en puntos de referencia. Pero más importante aún es pasar la prueba del tiempo y quedarse en la memoria de la gente.









