5 series de superhéroes que nos encantan con algunos personajes que no nos gustan tanto

No todos los shows de televisión son enteramente perfectos. Ya sea en el rumbo de la historia, las actuaciones o la dirección fotográfica, casi siempre hay algo que podría mejorar.

PUBLICIDAD

Las cada vez más comunes series de superhéroes que inundan los canales de TV y servicios de streaming nos ofrecen las historias de algunos de nuestros personajes favoritos con mucho o poco éxito.

Pero definitivamente todas tienen espacio para mejorar, incluso nuestras series favoritas, algunas de las cuales han tomado decisiones de reparto que nos generan desencanto.

1. Wentworth Miller en Legends of Tomorrow

Imagen The CW

Quizás esta no sea la mejor serie de superhéroes allá afuera, pero sin duda es una forma fresca de presentar una historia de DC Comics que incluye una multitud de personajes en simultáneo que hasta ahora no habíamos visto en live action.

Desde su primera aparición en el show, Captain Cold se ha convertido en nuestro personaje menos querido, y es que Wenworth Miller, a quien amamos gracias a Prison Break, nos ha decepcionado. El que parecía ser una de las mejores figuras del elenco, ha terminado convirtiéndose en el eslabón más débil gracias a un personaje que se siente sobreactuado, con diálogos caricaturescos (cosa por la cual no podemos culpar al actor) y poses demasiado forzadas que no terminan de encajar.

2. Elden Henson en Daredevil

Imagen Netflix

Daredevil nos encanta.

Han logrado darle vida a este personaje haciéndole justicia y dejando en el olvido la terrible película protagonizada por Ben Affleck que nos hace sentir temor al conocer la noticia de que volverían a tocar a este personaje para una versión live action que ha resultado ser un éxito. Y es aquí donde viene el “pero”: Elden Henson.

PUBLICIDAD

El actor que interpreta a Foggy Nelson, mejor amigo y socio de Matt Murdock, se ha convertido en un personaje que parece mucho más apropiado para una serie de comedia que para la oscuridad y realismo que persigue este show. Entendemos que su personaje busca darle una salida ligera a este drama de acción, pero la pregunta es ¿realmente hace falta?

Ver también: 9 personajes muertos por culpa de sus actores

3. Ben McKenzie en Gotham

Imagen FOX

Este show se ha convertido en una vitrina para los más importantes villanos de DC Comics en una pausada revisión a sus orígenes que se le da muy bien al formato seriado; la contraparte de este grupo de villanos –muy bien presentados– recae principalmente en Ben McKenzie, recordado por el drama juvenil The OC y quien acá tiene la responsabilidad de encarnar a una versión del Comisionado James Gordon en sus años mozos que se hace pesada, falta de carisma y poco convincente.

Gordon es uno de los personajes más importantes que habitan Ciudad Gótica, y creemos que merece un acercamiento más profundo, visceral y memorable, sobre todo cuando es él la cabeza más visible del show.

4. Brett Dalton en Agents of S.H.I.E.L.D.

Imagen ABC

La serie que sirve como puerta de entrada al universo Marvel en la TV, destaca por la peculiaridad de no estar enfocada en superhéroes, sino en los mucho más terrenales agentes de S.H.I.E.L.D.

El personaje de Brett Dalton ha evolucionado durante el show, y quizás ahora su actuación no dejó ver de buenas a primeras su fría y desapegada forma de interpretar al agente Grant Ward. Y aunque el giro que ha sufrido su personaje (ya saben de qué hablamos) se ajusta más a la capacidad histriónica que ha demostrado, nos seguimos preguntando si estará a la altura del reto que se le presenta.

PUBLICIDAD

5. Candice Patton en The Flash

Esta serie se encuentra en nuestro top de favoritas del género, sin embargo, la elección de Patton como Iris West deja mucho que desear. Una interpretación sin corazón, con pocos motivos para desear verla en pantalla y seguir de cerca lo que puede ofrecerle al desarrollo del personaje.

Mientras que Grant Gustin interpreta a un Barry Allen/Flash por el que provoca hacer porras, su hermana de crianza –y a la vez interés amoroso– no ofrece la empatía o profundidad que la relación con su entorno demanda.