10 discursos de ganadores del Oscar totalmente extraños, inesperados y divertidos

El agradecimiento a la Academia por el premio, a la familia por el apoyo, a sus compañeros porque sin ellos no hubiera sido posible, al director, al productor, a los otros nominados, increíblemente talentosos... Los discursos de los ganadores del Premio Oscar suelen ser bastante predecibles y generalmente la parte más aburrida de la ceremonia.

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Por suerte hay algunas celebridades que, por diferentes razones, deciden salirse de lo establecido y romper con el protocolo habitual para hacer algo más inesperado y espontáneo.

Como los que siguen a continuación.

«Oh no, otra vez ella» - Meryl Streep

Por su papel de Margaret Thatcher en The Iron Lady, Meryl Streep ganó su segundo Premio Oscar a mejor actriz (el anterior fue por La decisión de Sophie en 1983). Era su nominación número 17 y venía de ganar también en los BAFTA y en los Golden Globe.

«Cuando anunciaron mi nombre como ganadora» dijo al subir al escenario, «me pareció escuchar a la mitad del país diciendo “Oh no, ¡vamos! ¿Por qué? ¿Ella otra vez?».

Después sí siguió con las agradecimientos habituales, pero ubicando a su esposo en primer lugar «porque cuando lo dejas para lo último siempre te cortan con la música».

Una profesión de respaldo - Robin Williams

Robin Williams fue cuatro veces nominado al Oscar y la única vez que se llevó la estatuilla fue en 1998, por su papel del psicólogo en Good Will Hunting.

Cuando subió a recibirlo comenzó, inevitablemente, haciendo chistes: «Esta debe ser la única vez en mi vida que me he quedado sin palabras» empezó, y después agradeció, entre otros, «a Matt y a Ben, pero todavía quiero ver sus identificaciones» (en referencia a Damon y Affleck, guionistas de la película, todavía muy jóvenes).

Su discurso después dio un giro emotivo y saludó a su esposa Marsha («la mujer que enciende mi alma todas las mañanas») y a su padre fallecido.

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«A mi padre, allá arriba. El hombre al que cuando le dije que quería ser actor me dijo “¡Maravilloso! Pero busca una profesión de respaldo, como aprender a soldar”».

Afortunadamente, Robin Williams no iba a necesitar sus conocimientos en soldaduría.

«¡Los amo a todos!» - Cuba Gooding Jr.

Cuando ganó como mejor actor por aquel memorable papel en Jerry Maguire, Cuba Gooding Jr. desbordaba felicidad y emoción.

«Sé que no tengo mucho tiempo así que me voy a apurar y voy a nombrar a todos» advirtió, «ustedes corten cuando tengan que cortar, que no me voy a enojar».

Y cumpliendo con lo prometido, cuando quisieron dar por finalizado su tiempo en el escenario, el actor simplemente aprovechó la música de orquesta de fondo para darle más épica y emoción a su discurso.

Gritando «¡Los amo! ¡Los amo a todos!» se ganó una ovación cerrada y de pie en todo el teatro y dejó uno de los momentos de más genuina alegría en esa ceremonia en la que la alegría suele venir ensayada.

Un agradecimiento generalizado - Kim Bassinger

Nombrar una a una a las personas que uno quiere agradecer implica el riesgo de olvidar a alguien importante.

Kim Basinger, recibiendo el premio por L.A. Confidential, tomó un camino más sencillo.

«Sé que tengo nada más que 30 segundos para miles de agradecimientos. Simplemente voy a agradecerles a todos los que he conocido en toda mi vida».

«¿Realmente lo merezco?» - Sandra Bullock

Sandra Bullock fue por primera vez nominada a un Oscar en 2009 por Un sueño posible y ganó, pero antes su nombre era una presencia recurrente en premiaciones hollywoodenses, como Globos de Oro y premios de actores o críticos.

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Así que cuando finalmente ganó comenzó su discurso con una humilde interrogante: «¿Realmente merezco el premio o me lo dieron por cansancio?».

El show de Roberto Benigni

El anuncio del premio a mejor película extranjera en 1999 lo hizo Sophia Loren y, antes de revelar la ganadora, se escucha a un par de mujeres gritar desde el público: «¡Roberto! ¡Roberto!».

Sophia Loren, en lugar de mencionar la película ganadora — La vida es bella—, copió a las mujeres del público y gritó «¡Roberto!», con inconfundible acento italiano. Parece una prueba de que la personalidad extravagante y enérgica del director se había contagiado al resto del teatro.

Y como para estar a la altura de ese entusiasmo contenido, al ganar se paró encima de las butacas y de la gente y luego llegó al escenario dando saltitos.

Dio un largo y poético discurso, que en una parte decía: «Es un momento de alegría y quiero besarlos a todos, porque ustedes son la fuente de mi alegría y aquel que besa a la alegría mientras vuela vive en el amanecer de la eternidad, como decía el poeta».

Minutos después volvería a subir al escenario a recibir el premio a mejor actor, ya sin caminar por las butacas, y diría, mitad arrepentido y mitad bromista: «Cometí un terrible error: ya utilicé antes todas las palabras que sabía en inglés».

Su impacto en la ceremonia fue tal que, más tarde, el guionista de Shakespeare enamorado subió a recibir su propio premio y reveló: «Estoy saltando como Roberto Benigni por dentro».

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«Fui a la tumba de Jane Austen...» - Emma Thompson

Emma Thompson estaba nominada como actriz en 1996 por protagonizar Sensatez y sentimientos, la película basada en la novela de Jane Austen.

Ese premio lo perdió con Susan Sarandon (por Dead Man Walking) pero curiosamente ganó por mejor guion adaptado, ya que ella misma había escrito la adaptación de la novela.

Su aceptación del premio comenzó con un chiste algo incomprensible sobre su visita al cementerio a saludar a la legendaria autora inglesa.

«Antes de venir, fui a la tumba de Jane Austen en la Catedral de Winchester... Ya saben, a darle mis respetos y contarle lo taquillera que fue la película. No sé cómo hubiera reaccionado ella en un momento así, pero lo que sí espero es que sepa lo popular que es en Uruguay».

El rey del mundo - James Cameron

La ceremonia de los Oscar de 1998 será para siempre recordada como aquella en la que Titanic arrasó, ganando 11 premios de 14 nominaciones, pero también como aquella en la que el director James Cameron se dejó llevar por el entusiasmo ganador y lanzó eufórico una frase tan jactanciosa como ridícula, citando su propia película.

«No sé ustedes, pero yo la estoy pasando realmente espectacular» comenzó, antes de agradecer a actores, productores y su esposa Linda Hamilton. «No sé qué más decir, excepto que... ¡Soy el rey del mundo!».

El boicot de Marlon Brando

Ahora los alegatos o alusiones políticas son frecuentes pero en los 70 no tanto.

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Marlon Brando ganó como mejor actor por su icónico papel en El padrino pero se negó a aceptar el premio.

En su lugar, envió a la actriz indígena y activista Sacheen Littlefeather que, en representación del actor, rechazó el Oscar citando el injusto tratamiento que la industria del cine había dado a los nativos americanos.

«Hay mucho para decir pero no lo diré esta noche» - Jane Fonda

La ganadora a mejor actriz en 1973, por la película Klute, fue Jane Fonda. No es una actriz que uno diría de pocas palabras, pero ese fue el papel que adoptó para sorpresa de todos en esta ceremonia.

«Gracias, muchas gracias miembros de la Academia» dijo cuando se detuvieron los aplausos. «Y gracias a todos los que aplaudieron».

«Hay mucho para decir pero no lo diré esta noche» expresó, casi de manera enigmática, antes de agradecer por última vez.

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