La auténtica salsa de caramelo agridulce, esa que preparan los grandes chefs y que está tan de moda, requiere paciencia, destreza y un termómetro para azúcar, cosas que la mayoría de nosotros no tenemos en nuestro hogar. Sin embargo, esta salsa de caramelo agridulce se prepara en cuestión de minutos y sabe exactamente igual.
Original y deliciosa receta de salsa de caramelo agridulce

La cantidad de sal que indicamos es una sugerencia. Podría ser conveniente comenzar con media cucharadita y añadir más a la salsa terminada, según sea necesario, teniendo en cuenta que cuanto más fría se sirva, más se suavizarán los sabores y por lo tanto será necesario reforzarlos.
Como consejo final te sugerimos utilizar mantequilla sin sal, porque muchas veces a la mantequilla se le añade sal para enmascarar una inferior calidad, o cualquier rancidez o sabores desagradables, y también porque es mejor que tú misma controles la cantidad de sal que deseas añadirle.
Ingredientes
- 75 gramos de mantequilla (manteca) sin sal de la mejor calidad
- 50 gramos de azúcar morena suave
- 50 gramos de azúcar común
- 50 gramos de almíbar
- 125 ml de nata líquida
- 1 cucharadita de sal marina
Preparación
Derrite la mantequilla, los dos tipos de azúcar y el jarabe en una cacerola pequeña con base pesada, y deja cocinar a fuego lento durante 3 minutos, revolviendo de vez en cuando.
Agrega la crema y la mitad de una cucharadita de sal marina (¡no sal de mesa!) y revuelve nuevamente, con mucha energía con una cuchara de madera. Prueba - con cuidado para no quemarte la lengua - para ver si necesitas agregar más sal antes de dejar que se cocine por otro minuto, y luego vierte en una jarra para servir.
Ahora ya tienes tu salsa de caramelo agridulce, que está lista para dar el siguiente paso: comerla. Nuestras sugerencias son las siguientes: como primera opción, y la más sencilla, verterla sobre helado de vainilla.
La siguiente opción es agregar un brownie de chocolate y nueces caliente a la idea anterior. O verterla sobre pudines de chocolate, o pastel de chocolate. O viértelo sobre una crema, o un pudín de vainilla.
Pero no solo el helado y las cremas son un buen acompañamiento para esta salsa: es el aderezo perfecto y elegantemente chic de un crumble de manzana, un pastel de manzana o unas sencillas manzanas al horno.
Te encantará cómo combinará casi con cualquier cosa, matizando lo dulce del almíbar y el azúcar, con la textura suave de la crema y ese toque especial que le dan los trocitos de sal. ¿Quién se iba a imaginar que el azúcar y la sal podían combinarse tan bien en una receta?
Dime en los comentarios con qué postre has probado esta receta de salsa de caramelo agridulce.







