Mini-cheesecake perfecto para llevar al trabajo

Cuando vi esta receta me encantó, no solo porque amo las tartas de queso horneadas o cheesecake, sino que también por su presentación.

Estas pequeñas tartas me parecen una opción muy buena para cuando queremos preparar un postre al que tenemos que trasladar a otro lugar o cuando no queremos complicarnos demasiado al momento de servir. También pueden quedar muy bonitas en una mesa de postres en la que las personas se sirven lo que gustan.

Además de originales son muy simples de preparar y rinden bastante, así que son ideales para preparar, darse un gusto y compartir con quien gustes.

Ingredientes:

• 160 g de galletitas picadas o bizcocuelo, lo que tengas en casa para hacer la base
• 80 g de mantequilla derretida
• 50 g de azúcar
• 170 g de ricotta
• 170 g de queso mascarpone
• 2 huevos, separados
• 1 cucharada de harina
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• Mermelada de fresas, chocolate, frutas frescas, lo que más te guste para decorar y aportar color y sabor a estas tortitas de queso

Preparación:

Precalienta el horno a temperatura media y en una asadera para muffins coloca pirotines, los pirotines son los papelitos que se usan para hacer muffins.

Combina las galletas desmenuzadas y la mantequilla. Distribuye la preparación entre los moldes de papel y presiona un poco para que la mezcla se mantenga en el lugar. Lleva al refrigerador.

Mezcla las yemas de huevo y el azúcar, agrega la harina, el extracto de vainilla, la ricotta y el queso mascarpone.

Bate las claras de huevo a punto de nieve e incorpora con movimientos envolventes a la preparación anterior.

Coloca la preparación sobre la mezcla de galletitas y mantequilla.

Hornera por 20 minutos aproximadamente, deja enfriar, refrigera por 2 horas como mínimo.

SIrve las mini tartas de queso decorando con lo que más te guste, puede ser una deliciosa mermelada de fresas o una jalea de uvas.