El helado es uno de nuestros mejores aliados para el calor del verano. Lo cierto es que es extraño encontrar a alguien que no le guste, y aunque por lo general nos lo tomamos así sin más, puede convertirse en un experto componente de nuestros tragos más refrescantes. Así que hoy te vamos a dar en El Gran Catador, algunas buenas razones para que en caso de que nunca hayas probado a hacer cócteles con helado, te animes a hacerlo.
Helado para hacer tragos en verano

Los helados clásicos
En el mundo de la coctelería, sobre todo para quién se inicia en ella, los helados clásicos funcionan a la perfección para preparar cócteles refrescantes. Así, si quieres un trago dulce, de esos que gustan a todos, no hay como sustituir el chocolate o licor de chocolate en cualquier receta, por una bola de helado del mismo ingrediente.

La vainilla y las frutas tropicales en forma de helado pueden dar el toque ideal en cuanto a textura, y en cuanto a sabor que sustituimos por el zumo o la esencia de las recetas clásicas. ¿Qué conseguimos si añadimos helado en lugar de los otros ingredientes? Dos cosas. Más frío de forma natural, y una textura en forma de batido que suele gustar por novedosa y perfecta para saborear los días de calor.
Derivados del helado más novedosos
Sin embargo, podemos optar por helados poco comunes para conseguir cócteles mucho más exóticos. Lo positivo de esta elección es que conseguimos incorporar sabores que de otro modo resultaría más complejo, o añadirían mucho contenido alcohólico. El helado de menta es perfecto con todo lo dulce, el helado de galleta va genial con las cremas, y el helado de postres como el tiramisú encantará a los que gustan de cócteles golosos.
Hay cientos de razones para apostar por el helado en los cócteles, y la última con la que cerramos nuestro artículo de hoy en El Gran Catador es la que nos lleva a ver que cada vez se convierten en una tendencia al alza, ya que incluso en los mejores locales comienzan a tenerlos como los grandes protagonistas de la carta veraniega.







