Ocean Russell, de tan solo siete años adora la sopa y todos los alimentos líquidos; de hecho son los únicos alimentos que prueba desde que tenía cuatro años.
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Cuando Ocean era pequeño comenzó a rechazar los sólidos, eso debido a que sus amígdalas se hincharon fue entonces cuando le dieron problemas para comer y dormir.
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A partir de ahí desarrollo una extraña fobia a asfixiarse con los alimentos, su ansiedad se hizo tan grande que los alimentos sólitos los rechazaba.
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La dieta del pequeño incluye cereales suaves, sopas, frijoles cocidos y licuados o puré de papas.
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Además de que debe estar su mamá presente para que sienta tranquilidad.
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Su mamá Oxana se siente preocupada ya que la alimentación de su pequeño ha hecho que no suba de peso. Al menos en los últimos dos años no ha subido ni una libra.
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Otra angustia de Oxana es que su hijo tampoco come en la escuela por lo mismo, y se encuentra preocupada por su futuro.
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Oxana tritura todas las verduras para hacer las sopas de su hijo y así obtener suficientes nutrientes, sin embargo la preocupación de ella es por los problemas que puede presentar en el futuro.
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Para Oxana no ha sido fácil llevar la situación como lo dijo "se hace la vida tan difícil. Si trato de darle de comer algo que no sea sopa, llora y entra en pánico. Él tiene miedo de atragantarse, él ni siquiera se come un plátano".
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Además todavía recuerda cuando era un niño normal y gordito; su vida era totalmente otra.
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Hoy Ocean necesita consuelo constante en cada comida
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En cada comida se tarda horas, entre el consuelo que necesita, que apruebe todos los alimentos y que el pánico no se apodere de él.
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Esta fobia es conocida como sitofobia que es el miedo a comer o el temor a atragantarse con ciertos alimentos sólidos sin tener un obstáculo mecánico que lo impida.
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De acuerdo con expertos, este tipo de fobia puede o no estar vinculada a otro tipo de padecimientos alimenticios como la anorexia. Pueden haber casos donde se evita cierta comida no por el temor a subir de peso, sino por el alimento en sí.