Para mi es la mejor fruta del verano. La mejor entre las mejores. Su color es sensacional y ninguna, absolutamente ninguna, refresca como ella. Hablo de la Sandía, ¿de quien más?...
Elegir la mejor Sandía

La sandía es un fruto que crece allí, cuando se comienza a despedir la primavera y se asoma por la puerta el verano, por lo cual alcanza su punto óptimo durante los meses de verano. Aunque las más tardías, a veces maduran incluso durante los primeros días de otoño.
El problema, es que para llevarnos un buen ejemplar de sandía a casa, debemos saber cómo elegirla. Y saber elegir las frutas maduras no siempre es tarea fácil, sobre todo si la cáscara o la piel no cambia de color, ni se ablanda, como ocurre con la sandía. Incluso cuando ya esta madura, esta inmensa fruta se mantiene con el mismo color verde de siempre y su corteza firme y bien dura.
Por tanto, si queremos descubrir la mejor entre las mejores, aquella con el sabor y el aroma perfecto de la temporada, deberemos conocer bien ciertos trucos. Unos trucos muy sencillos, que sin embargo, no todos conocen.
Cuando la sandía que hemos elegido tiene una sola mancha blanca o verdosa, eso quiere decir que ha sido recogida antes de tiempo y por tanto, si la llevamos a casa resultará insípida. Pues para que una sandía contenga todo su sabor y toda su calidad debe ser recolectada una vez que esté totalmente madura.
La sandía está madura cuando la mancha -que ha estado en contacto con el suelo- de su cáscara es de color amarillo cremoso y no tiene otras manchas diferentes al verde de la piel. Ello significa que el fruto ha madurado al sol y no en una cámara frigorífica.
El truco para elegir una sandía madura -además de revisar si la mancha de su cáscara que ha estado en contacto con el suelo es amarillenta- es darle golpecitos suaves con los dedos o las palmas de las manos tratando de sentir si suena a "hueco".
Además, debemos revisar que la cáscara este en perfecto estado. Que no tenga cicatrices, magulladuras u otros defectos que le puedan haber podido deteriorar.
Con estos consejos estamos prontos para llevarnos a casa la mejor sandía entre las sandias. Por tanto lo único que nos queda aprender, es como cuidarla y conservara una vez que ya es nuestra y la tenemos en casa. La sandía -si la mantenemos en un lugar fresco, seco y sin que le de directamente el sol- se conserva perfectamente durante dos semanas o incluso más tiempo.
El único inconveniente es que el frío no le va muy bien, por eso si la guardamos en la heladera, debemos tomarnos el cuidado de sacarla unas horas antes de consumirla, para que recupere su sabor y aroma.
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