Cuidados para la fabricación de la sidra

La sidra es una bebida alcohólica que se obtiene de la fermentación del jugo de la manzana. Se fabrica en gran parte de los países de Europa y algunos de América, sin embargo, cabe destacar la tradición de consumo de sidra natural en la región de Asturias en España.

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No puede olvidarse que en todo proceso fermentativo donde intervienen organismos vivos, en este caso levaduras, debe cuidarse a lo largo de todo el procedimiento de obtención de la bebida, que no se produzca contaminación del producto con gérmenes indeseables que afecten el producto final, por lo que en todo el proceso debe velarse por una serie de cuidados que van desde la selección de la manzana hasta su almacenamiento final.

Las levaduras presentes de manera natural en las cáscaras de las manzana son utilizadas para realizar la fermentación. En el caso de la llamada sidra natural puede realizarse un procedimiento de doble fermentación similar al método champanoise de elaborar champaña y así lograr la aparición de más dióxido de carbono o sencillamente permitir que la primera fermentación continúe en la botella hasta alcanzar el nivel de presión de gas deseado.

Sin embargo, la mayor parte de la producción de esta bebida se basa en la llamada sidra gasificada que consiste en la adición de dióxido de carbono de manera artificial tal como se haría en cualquier bebida gaseada.

La manzana seleccionada generalmente es aquella que por estar madura cae del árbol. Debe cuidarse de que no se dañe la piel de los frutos durante este proceso pues pudiera constituir una vía de entrada a microorganismos indeseables. Durante el proceso de transporte y almacenamiento debe lograrse que la manzana alcance un máximo de nivel de oxigenación. Las ausencia de oxígeno favorece la proliferación de cepas de microorganismos que producen efectos adversos.

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Es importante realizar un buen lavado de la manzana para eliminar las suciedades y las bacterias que pudieran afectar el proceso, sólo quedando las levaduras que facilitarán la fermentación. Durante la obtención del mosto, las levaduras presentes en la cáscara pasan a formar parte de toda la mezcla  por lo que ellas se encargan de llevar a cabo la fermentación alcohólica que tardará unos 3 a 5 meses en desarrollarse.

Como toda bebida fermentada, la fabricación de sidra requiere de un gran cuidado y dedicación con el fin de logrará un producto final de calidad y conservando el valor de una tradición de tantos años.

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