Después del fin de semana o de una seguidilla de comidas con harina, carnes o dulces, el cuerpo suele pedirnos una comida liviana y rica en vegetales. Además, durante los días de invierno el organismo también necesita una dosis más alta de vitaminas y demás nutrientes que refuercen nuestras defensas. Para estas ocasiones, qué mejor que una rica cazuela de verduras, un invento que surgió una noche fría, y después de varios días de atracones.
Cazuela de verduras: una inyección de nutrientes

Ingredientes:
Aceite
1/2 cebolla
1/2 pimiento o morrón
3 zanahorias
1/4 de zapallo
2 berenjenas
2 tomates
1 lata de choclo en grano
Agua (cantidad necesaria)
Sal, pimienta y condimentos a gusto (puede ser ajo, pimentón, orégano, ají molido...)
Preparación:
Pon al fuego una olla con un fondo de aceite (2 o 3mm de altura). Cuando esté caliente, añade la cebolla y el morrón picados y la zanahoria cortada en trozos no muy grandes. Si deseas incorporarle ajo, agrégalo ahora bien picado. Una vez que comience a dorarse la cebolla, agrega el zapallo y las berenjenas cortados en cubos. Revuelve más o menos cada 5 minutos, y si notas que las verduras se están pegando al fondo de la olla, añade media taza de agua. Cuando la berenjena y el zapallo estén bastante blandos, condimenta con sal y pimienta a gusto (a mí me gusta con mucha pimienta), y agrega más agua si es necesario. Si lo deseas, puedes agregar pimentón, orégano, ají molido o cualquier otro condimento que no bloquee el sabor de los vegetales.
Cuando todas las verduras queden cocidas, apaga el fuego y agrega el tomate cortadito y el choclo. Revuelve y deja la olla tapada por unos minutos para que se mezclen los jugos y sabores. Si crees que esta cazuela por sí sola no es suficiente, puedes usarla de acompañamiento para carnes o milanesas, o servirla mezclada con arroz. ¡Quedarás satisfecho y feliz!







