Aún si eres una experta, es imposible saberlo todo acerca de la cocina.
9 mitos más populares en la cocina ¡derribados!

Y aunque no pretendemos que seas una chef, hay algunas cosas que creemos que te conviene saber, especialmente cuando se trata de estos 9 mitos más populares en la cocina. ¡Es hora de dejar de creerlos!

#9 El pan se pone rancio porque pierde su humedad
En realidad, el pan se vuelve rancio no porque se seca, sino por lo contrario.
Cuando el pan acumula demasiada humedad, los almidones en el pan comienzan a cristalizar, lo que hace que el pan se ponga duro y quebradizo.
Tal vez escuchaste de algunas personas que, con la esperanza de extender su vida útil, almacenan el pan en el refrigerador.
Esas personas se equivocan, porque las bajas temperaturas en realidad ayudan a acelerar el proceso de cristalización.

#8 Las langostas gritan cuando las hierves
Quizás lo has visto en un dibujo animado, o escuchado el comentario de alguien que cocinó langosta.
Pero tranquila; ese sonido que se escucha es en realidad el vapor que se escapa del caparazón de la langosta.
Y en realidad la langosta casi no sufre, porque su sistema nervioso no es muy complejo, por lo que siente poco o ningún dolor.
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#7 Dorar la carne hace que sea más jugosa
Lamentamos desilusionarte, pero este es uno de los grandes mitos de la cocina que tenemos que derribar.
Dorar la carne no hace absolutamente nada para mantener los jugos dentro. Cuando sellas la carne, en realidad estás creando una corteza más dura en el exterior del corte, que sólo hace que el interior parezca más jugoso en comparación.
Sí, el chef Auguste Escoffier estaba equivocado.

#6 El alcohol se evapora por completo cuando se cocina en los alimentos
En realidad, dependiendo del método de cocción, el calor y el tiempo que la comida se deje estar, puede conservarse hasta el 85 por ciento del alcohol.
Incluso si el alcohol se pone en agua hirviendo, todavía puede conservar sus cualidades embriagantes.
Para que el alcohol desaparezca completamente de una comida, necesita ser cocinado durante tres horas.
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#5 Cocinar en el microondas destruye los nutrientes
Este es otro mito infundado. Cocinar en el microondas no destruye los nutrientes más que cocinar en la estufa o en el horno.
De hecho, cocinar en el microondas ayuda a preservar los nutrientes más que otros métodos de cocción.
Debido a que la cocción por microondas consiste a menudo en menos calor y tiempos de cocción más cortos que los métodos de cocción más convencionales, en realidad hace una menor cantidad de daño cuando se trata de los nutrientes.

#4 La carne de cerdo debe estar bien cocida
Debido al miedo a la triquinosis (una enfermedad parasitaria causada por el consumo de carne de cerdo cruda o mal cocida), durante años la gente se ha asegurado de comer la carne de cerdo bien cocida.
Por cierto que el miedo era completamente legítimo… hace muchos, muchos años.
Hoy en día, debido a las normas modernas de procesamiento de carne de cerdo, los casos de triquinosis en los EE.UU. se han reducido a unos 11 cada año, y la mayoría de los casos no fueron por consumo de cerdo, sino por consumo de animales silvestres.

#3 Agregar aceite al agua de la pasta evita que se pegue
Otro mito popular en la cocina, aunque lo cierto es que el agua y el aceite no se mezclan. ¿Y sabes lo que pasa cuando agregas aceite al agua de la pasta?
La pasta, independientemente de la forma, será tan resbaladiza que ya no va a absorber la salsa.

#2 Cocinar las verduras las hace menos nutritiva
Esto tampoco es cierto. Resulta que cuando comes verduras crudas, a pesar de que sus enzimas están intactas, éstas se disuelven y se pierden en tus ácidos digestivos.

#1 Todas las sales son iguales
Pues no, no todas las sales son iguales. Debido a que la sal de mesa es mucho más fina que la sal kosher o la sal marina, usarla en recetas que requieren de estas dos últimas puede arruinar totalmente un plato.
Cuando utilizas sal de mesa en lugar de sal marina o sal kosher, vas a terminar con platos demasiado salados.
¿Cuál de estos mitos más populares en la cocina te sorprendió más? ¡Comenta!







