Cuando estás en la feria o en el mercado de frutas y verduras, los enormes y aromáticos ramos de albahaca y otras hierbas frescas son casi irresistibles. Entonces los compras, los llevas a casa y esa noche añades las fragantes hojas a casi todo lo que cocinas.
5 ideas fáciles para conservar hierbas frescas

Pero en pocos días te encuentras con una bolsa de hierbas que no utilizaste pero te da lástima tirar a la basura. ¡No dejes que se eche a perder! Aprovéchalas con alguna de estas ideas fáciles para conservar hierbas frescas, y podrás darle un poco de sabor de verano a las sopas, salsas y ensaladas de invierno.
1. Consérvalas en sal

Si cubres las capas de hojas de albahaca fresca con sal gruesa y las guardas en un lugar fresco y seco, durarán aproximadamente un mes y su sabor, aroma y color serán casi como la hierba fresca. Eso sí, ¡antes de usar elimina la sal!
2. Crea una sal saborizada

En tu licuadora o procesador de alimentos, pica partes iguales de sal gruesa y hojas de hierbas. Extiende la mezcla en una bandeja para hornear y hornea a 100 °C por unos 30 a 40 minutos, hasta que se seque. Revuelve de vez en cuando durante la cocción. Deja cocinar y mezcla bien hasta obtener una textura fina. Luego prueba añadir sal de romero sal a las chuletas de cordero, sal de albahaca sobre tomates y mozzarella fresca, y sal de cilantro a los aguacates.
3. Congélalas

Coloca las hierbas en una licuadora o procesador de alimentos y haz un puré con ellas. Añade aceite de oliva suficiente para cubrirlas por completo. Luego coloca la mezcla de a cucharadas bien en una bandeja de cubitos de hielo o sobre una bandeja de horno, y congela las hierbas. Una vez congelados, coloca los trozos en una bolsa o recipiente, de forma que puedas tomar uno o dos para añadir sabor a una sopa minestrone o una salsa marinara, cuando el clima se vuelva frío.
4. Déjalas secar

Las hierbas como el tomillo y el orégano son fáciles de secar. Solo tienes que colgarlas del revés o distribuirlas sobre una toalla de papel. En aproximadamente una semana deberían estar lo suficientemente secas como para colocarlas en una bolsa de plástico y congelar. No hay nada como unas ramitas de tomillo para enriquecer a un invernal Boeuf Bourguignon, o una rama de salvia para dar sabor a un asado de cerdo.
5. Trátalas como un vegetal, no sólo como un condimento

Si lo que deseas es usarlas mientras están frescas, empieza a aprovecharlos al máximo en todas tus preparaciones. Por ejemplo, puedes mezclar cantidades iguales de hojas de hierbas y otras verduras en ensaladas. O tirar ramitas de cilantro o perejil con cubos de pepinos y tomates en una ensalada para un aderezo ligero.
Prueba esta receta: Ensalada de pasta y albahaca
¿Qué otras ideas se te ocurren para conservar y aprovechar las hierbas frescas?








