Los increíblemente clarividentes sabios de la antigüedad: Imhotep
¿Sabes quién fue Imhotep? ¡Nada menos que el primer científico del que se tenga noticia documentada! Hoy, continuando con nuestra ya clásica sección de « Los increíblemente clarividentes sabios de la antigüedad», te invitamos a conocer su singular y admirable historia.
Entre hombre y dios
El faraón estaba más allá de los hombres, por ser la encarnación en la tierra de Horus, el dios del cielo según la mitología egipcia, que es representado con cabeza de gavilán. Era impensable que alguien fuera parangonado con el faraón. Imhotep alcanzó tal prestigio en el antiguo Egipto, que fue el primer hombre cuyo nombre fue grabado al lado del de un faraón. Fue una especie de semidios, idolatrado por su talento científico, principalmente en medicina y arquitectura.
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El primer arquitecto de la historia
La pirámide escalonada de Zoser, de 62 metros de altura, erigida en 2650 a. e. c. para el faraón Zoser, es la edificación existente más antigua en la que se utilizaron bloques cortados y tallados de piedra y sirvió de modelo para las que después se levantaron en Guiza y otros lugares de Egipto.
El empleo de bloques de caliza constituyó todo un reto humano, instrumental y logístico, ya que antes solo se usaban materiales livianos y de fácil producción y transporte. El nombre de Imhotep está cincelado como su constructor, por lo que el sabio egipcio es considerado el primer arquitecto de la humanidad.
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También un poco matemático, físico y astrónomo
No existen registros escritos de los conocimientos de Imhotep en matemáticas, geometría y física, pero se supone que los tuvo, tanto para diseñar las pirámides y otras obras que construyó, como para transportar los pesados materiales y organizar a los enormes contingentes de seres humanos que participaban en sus proyectos.
Igualmente, toda la relación que se ha encontrado entre la disposición de las pirámides del antiguo Egipto y algunos astros del universo, hacen suponer también que algo sabía de astronomía.
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El primer doctor
Ser médico en el antiguo Egipto era riesgoso. Si te equivocabas en el diagnóstico y tratamiento, y un paciente importante moría, podías ser arrojado a la parte del Nilo más infestada de cocodrilos. Imhotep fue el autor original del Papiro Edwin Smith, el primer documento de la historia en el que se emplea el raciocinio (antes, todo era dejado en manos de los dioses) para hacer referencia a dolencias y posibles curaciones, heridas de guerra y suturas.
Que las recetas fueran razonablemente efectivas, ya es otra cosa, pero recuerda que estamos hablando de tres milenios a. e. c. En este documento, Imhotep relaciona el pulso con el corazón y prescribe el opio como anestésico.
El papiro, que también tiene anotaciones posteriores a la época de Imhotep, lleva el nombre del egiptólogo estadounidense que lo descubrió en el siglo XIX y es la joya más valiosa que se conserva en la Academia de Medicina de Nueva York.
¿Conocías estos logros del antiquísimo Imhotep? ¿Qué te han parecido?
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