La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza comenzará a capturar escaneos faciales y oculares de extranjeros que ingresen por Otay Mesa, en San Diego (California), uno de los puntos más transitados por inmigrantes que quieren ir desde México a Estados Unidos.
El programa piloto, que durará hasta final de junio, permitirá determinar la precisión de las cámaras y si las autoridades efectivamente realizan los exámenes biométricos en todos los cruces por tierra en la frontera entre los dos países. Para febrero, incluso los extranjeros que vayan a México a pie utilizando ese cruce también serán escaneados.
"Históricamente hemos controlado la entrada, pero no la salida por nuestras fronteras", dijo a la agencia The Associated Press Jim Williams, un ex funcionario del Departamento de Seguridad Nacional que supervisó gestiones para implementar exámenes biométricos en cruces fronterizos entre los años 2003 y 2006. "Ha habido carencia de infraestructura y de inversiones", explicó.
Marc Rosemblum, vicedirector de política de inmigración del Instituto de Políticas de Migración, aseguró que al capturar datos biométricos de las personas que salen del país se corregirían las fallas del programa. "Lo que probablemente esperan es que sea un sistema rápido de revisiones de salidas que no resulte terriblemente costoso ni consuma mucho tiempo".
Los exámenes biométricos han sido objetados por defensores de la privacidad que temen que las autoridades hagan mal uso de la información que allí se genera o que el sistema sea vulnerable al robo de identidad. Las propuestas han causado además preocupaciones entre negocios y viajeros sobre atoramientos en cruces terrestres ya congestionados.







