Un hombre encarcelado por feminicidio en Argentina mata también a su esposa cuando le visita en prisión

La víctima había ido a la prisión Villa Urquiza, en la norteña provincia de Tucumán, junto a sus dos hijos de 14 y 6 años para visitar a su esposo. Al terminar la visita conyugal, los guardias fueron a la celda y encontraron a la mujer de 34 años muerta y al hombre de 37 colgando de una ventana, reseñó el diario local La Gaceta.

Video Miles de manifestantes marcharon contra el feminicidio en México y Argentina

Henry Coronado estaba preso en una cárcel de Argentina acusado por un feminicidio. Pero eso no le impidió asesinar a su actual esposa en un país donde cada 30 horas una mujer muere en este tipo de crimen. Este miércoles, Coronado mató a Elizabeth Aguirre y luego se ahorcó con una sábana en su propia celda.

La víctima había ido a la prisión Villa Urquiza, en la norteña provincia de Tucumán, junto a sus dos hijos de 14 y 6 años para visitar a Coronado. Al terminar la visita conyugal, los guardias fueron a la celda y encontraron a la mujer de 34 años muerta y al hombre de 37 colgando de una ventana, reseñó el diario local La Gaceta.

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Coronado, de nacionalidad boliviana, llevaba preso de forma preventiva cerca de un año y medio tras la muerte de otra mujer identificada como Leydi Meneses, quien fue encontrada sin vida en el auto del hombre sobre las vías del tren. Había muerto por un golpe en la cabeza.

Este es el cuarto feminicidio registrado en Argentina esta semana. El país, donde el año pasado fueron cometidos 235 feminicidios según cifras de la Corte Suprema de Justicia, se indignó el fin de semana pasado con el brutal asesinato de Irma Ferreyra da Rocha en la provincia de Misiones. La mujer de 47 años agonizó por horas tras haber sido violada, golpeada y empalada.

Estos crímenes revivieron otro ocurrido en octubre, cuando la joven de 16 años Lucía Pérez fue drogada, violada y también empalada en la ciudad de Mar del Plata, un asesinato que desató manifestaciones en esa nación y en otras de Latinoamérica al grito de 'Ni una menos'.