Cómo afectó el crimen de Adriana Coronado a quienes encontraron su cuerpo

Quienes hallaron el cadáver de Adriana Coronado jamás podrán olvidar la triste escena del cuerpo indefenso de la niña, repleto de moscas.

El miércoles 16 de marzo, Bernardina García llegó a trabajar como todos los días. Pero ese día hubo algo fuera de lo normal que hizo que sus tareas cotidianas —oficios domésticos y cuidado de perros— se vieran interrumpidas.

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Un olor fétido, insoportable llenaba cada rincón de la residencia donde García trabaja. No sólo ella estaba perturbada por la fetidez. También el jardinero que realiza mantenimiento al lugar se quejó y la misma propietaria de la vivienda.

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A medida que las horas transcurrían el hedor se acentuaba más. Pensaron que podía tratarse de una rata muerta y decidieron buscar. Inicialmente fueron al patio trasero de la propiedad, pero pese a que el olor parecía provenir de allí, no hallaron nada. Fue entonces cuando decidieron ir a la calle y buscar en un terreno baldío que limita con la vivienda.

Tan pronto como llegaron a donde la cerca divide el patio de la casa de un pastizal abandonado, notaron que había un cadáver.

García y la dueña de la casa estaban muy impresionadas. Lloraron. El hallazgo era lo más terrible que ambas habían presenciado.

“La niña estaba boca arriba, tenía una toalla en su cara… una toalla morada, sus pijamas eran verdes, sus pantaletas eran verdes, la blusa la tenía hasta aquí [enseña arriba de los senos] y estaba toda llena de moscas”. Así describió García lo que sus ojos registraron y su mente jamás podrá olvidar.

Cuando hallaron el cadáver, García y la dueña de casa creyeron que se trataba de una jovencita afroamericana porque su piel estaba oscura.

Tras el hallazgo, se retiraron de la escena y dieron aviso a las autoridades.

García afirma que nunca escucharon disparos en los alrededores, ni vieron nada extraño antes de ese miércoles y por eso cree que "el" o "los" responsables sólo tiraron el cuerpo allí.

El olor fétido lo empezaron a sentir ese mismo miércoles y alrededor de las 11:30 a.m. hallaron el cuerpo en descomposición.

“No se si ellos [quienes asesinaron a la niña] serán padres o no, pero no tienen corazón, sinceramente”, comentó García entre lágrimas.

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García dice que le duele mucho lo que le pasó a la niña. Ella misma tiene hijos y dice que no los deja salir solos.

“[Lo que le ocurrió a la niña] me afecta… estoy acostada y me la imagino. Vengo a trabajar, salgo a tender la ropa y por los orificios de la cerca se ve al otro lado…me siento muy mal, pero tengo que venir todos los días a trabajar”.

Con información de Rebecca Suárez

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