Tres, dos, uno, arranca. La segunda gala de Pequeños Gigantes comenzó con los más tiernos de la competencia enfrentándose en un importante duelo. El estilo de baile de cada uno salió a relucir y provocó risas, aplausos y extrañezas. Aunque nosotros le hubieramos dado el triunfo a todos, los jueces debieron elegir solo a uno.