Oscar El Teacher: cómo un video entre amigos se volvió un puente entre culturas

Oscar Ramos, mejor conocido como Oscar El Teacher, nunca imaginó que un video grabado entre amigos marcaría el inicio de una comunidad digital con millones de seguidores. Cubano de nacimiento y residente en Miami desde los 17 años, su historia habla del éxito en redes sociales y cómo el humor puede unir a personas de distintas culturas y realidades.

“Mi historia como inmigrante me impulsó a usar el humor como una vía para conectar, sanar y transformar vidas”, explica Oscar Ramos en entrevista. Hoy, a los 40 años, lidera lo que él llama El Imperio del Humor, un canal que produce contenido en Instagram, Facebook, TikTok y YouTube (@Oscar_elteacher).
Lo que comenzó como un hobby hoy es un proyecto con cifras que impactan. En Facebook, su página suma más de 754 mil seguidores y ha logrado más de 411 millones de visualizaciones. En Instagram, ya se acerca al medio millón de seguidores, y uno de sus videos superó los 130 millones de vistas a nivel global.
Oscar El Teacher tiene una comunidad nacida desde la autenticidad

Oscar Ramos no viene del mundo del entretenimiento tradicional. Es empresario y encontró en las redes una manera de expresarse, de reírse de lo cotidiano y al mismo tiempo reflejar situaciones comunes que muchas personas viven en Latinoamérica y en las comunidades hispanas de Estados Unidos.
Lo que hace diferente a Oscar El Teacher no es solo la constancia —con mínimo dos publicaciones al día— sino su forma de conectar desde lo humano. En sus videos, a menudo involucra a personas con discapacidades o condiciones especiales, sin burlas ni exageraciones. Él lo explica así:
“Nuestro compromiso es crear contenido original, positivo y divertido que brinde alegría, conexión y risa a diario”.
Esa conexión ha dado lugar a momentos que marcan. Uno de ellos fue cuando una madre le escribió para contarle que sus videos ayudaron a su hijo con discapacidad a sonreír durante su tratamiento médico.
Entre Cuba, Miami y toda Latinoamérica

Aunque vive en Estados Unidos, su contenido también tiene fuerte impacto en Cuba, Colombia, Venezuela, México y otros países de habla hispana. En Miami, donde reside, también se ha convertido en una figura reconocida entre la comunidad latina.
Su audiencia principal tiene entre 18 y 35 años y está compuesta en un 61 % por hombres. Pese a ello, sus videos también llegan a personas mayores y niños; gracias a un lenguaje simple, situaciones familiares y un tono que no busca ofender.
En un entorno digital donde muchas veces el contenido viral apela a lo polémico o lo superficial, Oscar eligió un camino diferente. Para él, es reírse de uno mismo, sin dañar al otro. Y eso parece funcionar. Por lo mismo, su canal sigue creciendo cada mes y ya se prepara para alcanzar el millón de seguidores en Instagram.
Desde un cuarto en Miami, con un celular y mucha creatividad, Oscar Ramos ha demostrado que el humor sigue siendo una herramienta poderosa para hacer comunidad. Y que en tiempos donde muchas cosas dividen, la risa sigue uniendo.