José Bretón , un ciudadano español acusado de matar a sus hijos de 2 y 6 años, insistió en su inocencia, mientras la fiscal asegura que hay "pruebas como puños" contra él, al finalizar el juicio del caso, que en el último año y medio ha despertado el interés y el horror en la opinión pública.
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Tras los argumentos finales de la defensa y la acusación, el presunto asesino, José Bretón, tomó la palabra para manifestar que le parece "increíble" que hoy, justo 21 meses después de que denunció la desaparición de sus hijos cuando supuestamente paseaban con él en un parque de Córdoba (sur de España), no se sepa donde están.
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Sobre eso, la fiscal María de los Ángeles Rojas, quien pide una pena de 40 años de prisión para Bretón, sostiene que el acusado mató a sus hijos Ruth y José y posteriormente quemó sus cuerpos en su finca de "Las Quemadillas" para "no dejar rastro" de su crimen. La defensa por su parte asegura que dado el interés y la atención mediática que se ha dado al caso, su cliente "ya ha sido condenado" de antemano, ante lo que pidió al jurado popular de deberá pronunciarse que no se deje influir por todas las "manifestaciones subjetivas dirigidas a satanizar" al acusado.
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Las investigaciones del caso se han centrado en los huesos encontrados en los restos de una hoguera en la mencionada finca y que inicialmente una perito declaró que eran de animales, pero posteriormente diversos expertos rectificaron y determinaron que eran humanos y de niños.
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Durante el juicio se han puesto de manifiesto "pruebas como puños" y "no meros indicios", de tal forma que existen "tantas pruebas" que no cabe duda que Bretón "es el asesino de su hijos", manifestó la fiscal, quien dijo que la versión del acusado de que perdió a sus hijos en el parque "es inverosímil".
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La reconstrucción que hizo la policía del día en que supuestamente desaparecieron los menores, el 8 de octubre de 2011, demuestra "que los niños nunca llegaron allí", dijo la fiscal al referirse al parque donde el padre dice que los perdió.
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Rojas mantiene que Bretón había preparado los asesinatos para los que hizo acopio de gasolina o compró tranquilizantes que "suministró a sus hijos" para "adormecerles o causarles la muerte".
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La lista de las llamadas telefónicas de Bretón a su esposa.
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A petición de la madre de los niños desaparecidos, el forense antropólogo Francisco Etxeberria hizo un informe pericial que reveló la existencia de fragmentos óseos humanos (que podrían corresponder a niños de dos y seis años) en los restos de una hoguera encontrada en la finca familiar de José Bretón, padre de de dichos niños y presunto autor de su desaparición. Este decisivo informe contradecía el estudio efectuado por la policía científica, según el que los huesos eran de animales, y fue confirmado por un tercer análisis, hecho por el antropólogo José María Bermúdez de Castro. Este caso había conmocionado a la opinión pública española y el informe de Etxeberría alcanzó una gran resonancia en los medios de comunicación. La fiscal incidió en que todos los peritos, incluida la que "erró de forma garrafal" en un primer momento, han coincidido en que en la hoguera se quemaron "dos cuerpos de humanos de entre 2 y 6 años".
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En la misma línea, la abogada que ejerce la acusación particular, María del Reposo Carrero, aseguró que la actitud del acusado "es la principal prueba de su culpabilidad", porque le causó un "placer permanente" poder "hacer sufrir a Ruth", la madre de los niños y de la que estaba separado. La acusación ha afirmado que "no queda duda que los niños estaban en la hoguera" y quiere pensar que "usó los antidepresivos para adormecerles o acabar con su vida" en lugar de "echarlos en la hoguera vivos".
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Finalmente, José María Sánchez de Puerta, abogado defensor de José Bretón, dijo que las pruebas contra su cliente se basan en "suposiciones", y que el acusado "nunca ha cambiado de versión" sobre la desaparición de sus hijos, sino que "ha mantenido la misma línea desde el principio". El letrado rechazó los supuestos preparativos de los asesinatos y afirmó que "nadie lo ve hacer acopio de leña" y "gastó casi todo el combustible que compró", mientras que "ningún perito encontró restos de acelerante en la hoguera".
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La defensa señaló que en ningún momento han quedado acreditadas "las causas de la muerte", algo que es "esencial en Derecho Penal", mientras que en el caso caben "muchas suposiciones" pero todas han sido "gratuitas". José Bretón "no es un asesino" y "no ha matado a sus hijos", dijo su abogado ante el jurado, al que recordó que "si es muy triste que un culpable esté en libertad, más doloroso es que un inocente esté en la cárcel".