Ritual para retomar el sentido de tu vida

¿Sientes que vas por ahí sin rumbo definido? ¿Que te falta dirección o un objetivo? Mira qué te recomienda hacer el Niño Prodigio con este ritual.

Por:

El Niño Prodigio

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Algunas veces nos llegan esos terribles y temibles momentos en que no sabemos qué hacer en nuestra vida. Puede ser desde una decisión sumamente sencilla e inocente o tal vez algo más delicado y complicado... ¿Quién no ha pasado por esto al menos una vez?

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Y es que parece que nuestra vida es un recorrido por un laberinto, en el que podemos tomar una gran variedad de decisiones y caminos para recorrer, unos que terminan con una pared enfrente y otros con un final resultado - la meta que todos queremos.

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Si sientes que estás en un momento de tu vida en que necesitas aclarar tu panorama y saber cuál es la mejor opción o decisión a tomar, esta semana el Niño Prodigio nos manda este poderoso ritual que puedes seguir. ¿Listo?

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Nuestra gran aliada en este ritual será Santa Clara de Asís, a quien puedes conseguir en forma de estampa o imagen religiosa, o como una figurita.

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Santa Clara es una gran figura religiosa, patrona de las telecomunicaciones y seguidora y amiga cercana de San Francisco de Asís. Ella te ayudará a descifrar y aclarar tu mente.

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Utiliza un pañuelo blanco nuevo que te servirá como 'mantelito' en tu altar o espacio de trabajo.

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En el altar que organices, pon una vela blanca, el símbolo por excelencia de la pureza.

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Tomarás una copa y la llenarás con agua.

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Separa la clara de un huevo. Bota la yema y agrega la clara a tu copa con el agua. Ponla junto al pañuelo, la vela y la efigie o estampita de Santa Clara.

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Ahora que ya tienes listo tu altar, concéntrate, respira profundo y ponte a rezar lo siguiente: "Gloriosísima virgen, dignísima madre Santa Clara de Asís..."

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"Espejo santísimo de claridad y pureza, te pido que me dejes ver a través tuyo el camino que Dios y el universo tienen preparado para mí..."

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"Santa Clara, vos, como madre y protectora, no me abandonéis en este difícil trance..."

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"Presenta mis deseos ante el trono de Dios, porque yo confío en la bondad infinita que por vuestros méritos alcanzaré..."

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Termina tu oración y deja que la vela se consuma. Dejarás toda la semana ahí mismo la copa con el agua y la clara de huevo.

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Cada martes cambia el agua y la clara de huevo, agradeciendo a Santa Clara, y verás cómo tu vida se aclara pronto.

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Lo más importante es que tengas fé, y además, mucha fortaleza y autocontrol. Por más que creas desesperar, recuerda que siempre hay una luz que puede guiarnos. Con Dios todo y sin él nada.

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