Los perros también son nuestros guías espirituales

Descubre cómo es que nuestras mascotas adoradas pueden ser nuestros guías y consejeros espirituales.

Por:Univision

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Los conocemos como los "mejores amigos del hombre" pero en realidad nuestros perritos son mucho más que eso. Y como queremos reiterarlo, pueden ser nuestros pequeños ángeles de cuatro patas en la tierra.

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La dulzura, honestidad, nobleza, cariño y amor que nos da un perro desde que son cachorritos hasta su último respiro son inigualables, todo aquel que ha tenido uno puede confirmarlo. Son criaturas celestiales, un regalo de Dios para hacernos compañía y querernos sin límites ni condiciones.

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A los animalitos, y particularmente los perros, a diferencia de muchos humanos, no les importa ni nuestro físico, grado escolar, edad, estado emocional, problemas físicos o mentales. Ellos están ahí para querernos y ser nuestros compañeros sin condiciones.

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Por eso y más de verdad se sienten como criaturas especiales enviadas por Dios para cuidarnos y ser nuestros angelitos de la guarda en la Tierra. No importa qué nos pase o cómo nos sintamos, podemos siempre contar con ellos - y merecen también todo nuestro amor, dedicación y respeto.

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Los perritos hacen mejor nuestra vida, simple y sencillamente. Nos pueden alegrar el día, por más mal que nos haya ido en el trabajo, la escuela o en la vida en general. Nos reciben siempre con la mejor alegría cuando los vemos y siempre querrán jugar o simplemente estar tranquilos a tu lado.

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No s´ólo nos dan compañía sino consuelo cuando más lo necesitamos. Nunca nos hacen sentirnos solos, pues puedes estar seguro que un perro jamás te abandonará ni te rechazará, sino justamente todo lo contrario.

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Son como terapeutas emocionales, porque bien saben si te sientes mal, triste o deprimido y no dudarán en acercarse para hacerte cariñitos, invitarte a jugar o simplemente estar contigo, si es lo único que quieres.

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Actúan como verdaderos sanadores, pues nos ayudan a sentirnos mejor y recuperarnos de alguna dolencia, ya sea mental, espiritual o hasta física, a cierto grado.

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Por algo también los perritos son los animales por excelencia que son usados para ser compañía y asistencia de gente con ciertas discapacidades, ya sea visuales, auditivas, con dificultades motoras. También pueden ayudar a gente con enfermedades que les hace tener convulsiones, o diferentes grados de autismo.

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Además, están los perritos que visitan a gente enferma en hospitales, chicos y grandes, para hacerlos sentir mejor. También son linda compañía para los pequeñitos, pues pueden ayudarles a desarrollar sus capacidades cognitivas.

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Y es que, aunque no seas su dueño, un perrito siempre querrá que todo esté en armonía para el humano que acompañe. Ellos también notan cuando uno anda triste, feliz, enojado, deprimido o con el corazón roto. Cuando sienten algo negativo, buscan la manera de mejorar tu estado de ánimo.

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Otra de las palabras que pueden definir a los perros es la lealtad, ya que una vez que te eligen (porque no dudes que lo hacen, ya que sentirán una conexión especial con sus dueños), puedes asegurarte que cuidarán de ti toda la vida.

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Son capaces también de hazañas maravillosas por sus dueños. Hemos escuchado todos casos de animalitos perdidos que viajan miles de kilómetros buscando a sus humanos y otros que los esperan afuera de hospitales e incluso que lamentan la muerte de sus amos en sus tumbas. ¡Son puro amor!

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Lo curioso es que más allá de lo que vemos, los perros están conectados con vibraciones muy particulares, sensibles y elevadas. Son capaces de percibir mucho más que un humano, son como radares de energía y vibras, siempre alertas y pendientes a su entorno.

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Tienen un olfato, oído y visión impresionantes, pues pueden notar cosas que las personas simplemente no pueden percibir. ¿Has oído aquello de que huelen el peligro, o sienten presencias extrañas? Por eso luego se ponen inquietos y ladran a algo en el aire que nosotros ni percibimos.

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Dentro de su labor de protección, los perritos pueden absorber esta mala vibra que sienten, no sólo en el ambiente, sino también de uno mismo. Ya después pueden librarse o deshacerse de ella con agua, alimento, plantas o jugando con los elementos. Es como si se sacrificaran para ayudarte a ti con la negatividad en tu entorno.

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Por todo esto y más es que los perros sí son los mejores amigos del hombre. Tan leales, nobles, inocentes y juguetones, son los enviados especiales de Dios para ser nuestros angelitos de cuatro patas.

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